La ciudad de Nápoles llora este miércoles el fallecimiento a los sesenta años del argentino Diego Armando Maradona, su símbolo eterno y protagonista indeleble de los dos títulos ligueros de su historia, entre incredulidad, desesperación y también rabia contra quienes se aprovecharon de él sin defenderle como merecía durante su etapa napolitana.
El fallecimiento de Diego, apodado habitualmente en el estadio San Paolo napolitano y por las calles de la ciudad sureña como "D10S", dejó sin palabras a un pueblo entero, que lleva ya más de cuarenta años vinculado a la leyenda argentina.
"Es como si hubiera perdido a un hijo", dijo este miércoles a EFE un conmovido Gianni Di Marzio, exentrenador del Nápoles de los años 70 que había cerrado con el Argentinos Juniors, en 1978, una opción de compra de Diego para el conjunto sureño a cambio de 270.000 dólares.
"En este momento mi cerebro no funciona, estoy sin palabras. Tengo todas nuestras fotos juntos en mi despacho", agregó en una breve conversación telefónica.
"Hasta siempre, Ciao Diego", fue el mensaje publicado por el Nápoles en su cuenta de Twitter poco después de recibir la trágica noticia. La acompañó con un corazón azul y una foto de Maradona celebrando uno de sus 115 goles con la camiseta "azzurra".
El escudo del Nápoles, habitualmente azul con una "N" blanca, se volvió negro en las redes sociales del equipo para representar el profundo luto que se vive en el club, del que Maradona es un símbolo imborrable.
Y es que las historias de Diego y Nápoles están entrelazadas desde hace más de cuarenta años, desde 1978, el entonces técnico y ojeador del Nápoles Gianni Di Marzio, de visita en Sudamérica para cazar talentos durante el Mundial de Argentina, oyó hablar por primera vez de él.
En ese momento, Maradona ya era muy conocido en Argentina por su talento puro en el Argentinos Juniors, pero todavía no en Europa.
Di Marzio cerró con uno de los máximos mandatarios de Argentinos Juniors, el ítalo argentino Settimio Aloisio, una opción de compra para el Nápoles, que finalmente no fue aprovechada ante el no del presidente del club napolitano, Corrado Ferlaino.
Pero solo retrasó un fichaje que se concretaría en 1984 para abrir una etapa gloriosa, inolvidable del Nápoles y de la ciudad de Nápoles.
Nació el denominado "MaraNápoles", un equipo liderado por un Maradona al que se le elevó a los altares en una ciudad que aún, treinta años después, conserva en su zona vieja, en esquinas de calles de los "Quartieri Spagnoli" (barrio de los españoles), en pleno centro, imágenes del astro argentino como si fuera todo un Santo.
El orgullo de los napolitanos, gente alegre, amable y generosa, muy dada al sufrimiento pero a celebrar como nadie cualquier éxito por pequeño que sea, quedó marcado para siempre.
Y este miércoles, poco después de recibir la trágica noticia, varios aficionados del Nápoles han colocado velas, fotos y camisetas del club bajo un "murales" dedicado a Diego precisamente en los "Quartieri Spagnoli".
"Todos esperan nuestras palabras. ¿Pero qué palabras podemos usar para describir un dolor como el que estamos viviendo? Ahora es el momento de las lágrimas. Luego vendrá el momento de las palabras", escribió el Nápoles horas después del fallecimiento de Diego, ante la lluvia de peticiones de la prensa mundial.
El equipo de Gennaro Gattuso, que le envió recientemente todo su cariño cuando Diego estuvo ingresado en una clínica de Buenos Aires, jugará este jueves, precisamente en el San Paolo, el partido de la Liga Europa contra el Rijeka.
Se celebrará un profundo minuto de silencio antes de competir en el coliseo vacío, a puerta cerrada a causa del coronavirus, tanto en Europa como el próximo fin de semana en la Serie A.
El alcalde de Nápoles, Luigi De Magistris, lanzó además, con un mensaje en su cuenta de Twitter, la propuesta de cambiar el nombre del estadio San Paolo en "Estadio Diego Armando Maradona".
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