La economía andaluza caerá en 2009 un 3,7 por ciento, en línea con la española (-3,8 por ciento), y en 2010 la actividad descenderá un 1,5 por ciento, tres décimas por debajo de la media nacional, según las previsiones del servicio de estudios del BBVA.
El informe del BBVA sobre la situación de Andalucía pone de manifiesto que las exportaciones del sector agroalimentario andaluz, que suponen el cuarenta por ciento del total de las ventas al exterior, han ayudado a que el ajuste sea menor en la economía andaluza, con una aportación positiva del 1,9 por ciento en 2010 frente a un 2,9 por ciento en 2009.
Asimismo, el informe, presentado ayer por el economista jefe de España y Europa del servicio de estudios del BBVA, Rafael Doménech, advierte de que Andalucía se encuentra en una posición de "mayor riesgo" relativo que en España sobre todo por tener una tasa de paro más elevada que la nacional y por el mayor peso de la construcción, lo que "puede condicionar a medio plazo su crecimiento".
También supone un reto para la economía andaluza la mayor necesidad de ahorro derivado de un mayor apalancamiento del sector privado, lo que supondrá un ajuste mayor del gasto privado, y la mayor dependencia de las medidas de estímulo fiscal ante el proceso de consolidación de las cuentas públicas que se iniciará en 2010.
Según las previsiones del BBVA para Andalucía, en 2010 la demanda regional descenderá un 3,4 por ciento frente al 6,6 por ciento de 2009, con especial incidencia del gasto en consumo de los hogares, que bajará un 2,3 por ciento en 2010 frente a un 5,5 por ciento este año.
La formación bruta de capital descenderá el próximo año un 9,8 por ciento frente al -15,2 por ciento de este año, según el informe de la entidad financiera.
En cuanto al mercado laboral, el servicio de estudios del BBVA señala que el paro registrado evoluciona mejor en Andalucía que en el resto de España, con caída acumuladas del 10,5 y del 11,5 por ciento respectivamente, debido a un menor peso del sector industrial, al buen comportamiento del sector exterior y al impacto de los plantes de estímulo, especialmente del fondo estatal de inversión local.
La prórroga de dicho plan puede contribuir a mantener en parte las tasas de caída del empleo durante 2010, pero "aún quedaría pendiente el ajuste", alertó el BBVA.
Rafael Doménech reclamó reformas estructurales en la economía española y en especial del mercado de trabajo, orientada acabar con la dualidad entre contratos fijos y temporales y a modificar la negociación colectiva para vincular los salarios a la situación económica de las empresas.
Estas reformas son necesarias para potenciar el crecimiento, ya que, con ellas la economía española podría crecer a tasas del tres por ciento a partir del año 2011 y, si no se acometen, lo hará el dos por ciento, en tanto que también se prevé que a partir de esa fecha empiece a bajar la tasa de paro, según Doménech.
Para el año 2010 el servicio de estudios del BBVA también pronostica una tasa de inflación por debajo del objetivo del gobierno del dos por ciento y que los tipos de interés se mantengan en niveles bajos porque "la inflación estará bajo control".
La economía debe orientarse hacia actividades que dependan de la demanda exterior, que será más dinámica que la interna y, en concreto, les ha recomendado a las empresas andaluzas del sector agroalimentario que ganen en tamaño para acometer procesos de internacionalización.
Preguntado sobre los procesos de reestructuración en el sector financiero, opinó que se deben tener en cuenta los elementos diferenciales de cada comunidad autónoma.