En un momento tan convulso como el actual, con una pandemia que ha irrumpido como un tsunami en la sociedad, algunas empresas mantienen firme su compromiso por avanzar en un modelo socioeconómico que sea climáticamente neutral, resiliente, sostenible e inclusivo, en la que incluso el coronavirus se presenta como una oportunidad para implantar esos objetivos para superar la crisis.
Hablamos de Coca-Cola y de su estrategia de sostenibilidad, alineada con la Alianza Europea para una Recuperación Verde y que contribuye a 14 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, directa o indirectamente. Su último informe de sostenibilidad avala esa apuesta, con metas muy concretas fijadas para 2025 y que pivotan sobre seis ejes principales: bebidas, envases, sociedad, agua, clima y cadena de suministro.
Entre los datos destacados está la reducción en un 35% del contenido total de azúcares en sus bebidas durante 2019, siendo el 56% de sus ventas de productos de bebidas bajas en o sin calorías, lo que supondría llevar hasta arriba cuatro rascacielos con esas bebidas.
En la reducción de elementos contaminantes, el 99,6% de sus envases son reciclables o reutilizables y el proyecto Mares Circulares para limpiar costas y mares, sensibilizar a la ciudadanía e impulsar la economía circular, recuperó cinco toneladas de envases de plástico gracias a 11.600 voluntarios, suficientes para llenar un estadio de baloncesto al completo.
Pero hay más: sus botellas de plástico ya están fabricadas con un 25% de material reciclado, y el objetivo es elevar ese porcentaje al 50% en 2022, tres años antes de lo previsto, incorporando proyectos de ecoinnovación (se han invertido 180 millones en Europa Occidental), como la primera botella reciclada procedente de basura marina apta para uso alimentario.
En su apuesta por la diversidad y la inclusión, sus medidas han posibilitado que en Coca-Cola Iberia el 49% de los puestos directivos y un 28% en Coca-Cola European Partners en España, lo ocupen mujeres y aboga por la empleabilidad a través de GIRA Jóvenes y GIRA Mujeres.
El agua es otro ingrediente fundamental: el 100% de las plantas de Coca-Cola en España cuentan con planes de protección de las fuentes de agua, en casi un decenio se ha reducido en un 15,54% el consumo hídrico y en 2019 se repuso al medio ambiente 3.782 millones de litros, un 129% del agua incluida en bebidas, 15 puntos más que en 2018, agua suficiente para abastecer una ciudad como Sevilla o Valencia durante más de un mes.
Además, el 100% de la electricidad es de origen renovable y desde 2010 ha logrado reducir un 42,05% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en sus operaciones comerciales y un 30,8% en su cadena de valor.
Y sus proveedores: el 100% está adherido al Código de Conducta de la compañía, en el 88% del azúcar y el 100% de la pulpa y el papel tenían origen sostenible, y un proyecto estrella, Cítricos Sostenibles, 750 hectáreas de cultivo, dos veces la superficie del lago más grande de España, donde los productores de cítricos hacen un uso más eficiente del agua.
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