Este proyecto que se inició en 1995 es un piso de estancia temporal dirigido a personas con problemas de drogodependencias que están realizando el Programa de Desintoxicación de Proyecto Hombre.
Para la realización de este programa requieren del apoyo familiar, pero se dan casos de personas que carecen de la misma o que por diferentes circunstancias no tienen relación con sus familiares. Por ello, Cáritas junto con el esfuerzo y compromiso de sus voluntarios ofrece este espacio donde muchas de estas personas pueden hacer frente a esas situaciones y conseguir normalizar sus vidas, apartando para siempre las drogas de ellas y recobrando la libertad.
El piso tiene capacidad para seis personas, que vienen derivadas de la Asociación Proyecto Hombre, de la cárcel y de los servicios de acogida de Cáritas.
Las drogodependencias es una de las más importantes preocupaciones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta además de ser uno de los principales problemas de exclusión social.
Las personas viven en el piso alternativo durante unos tres meses aproximadamente. Después de la primera fase del programa de desintoxicación pasan a la fase de comunidad y reinserción social.
Ya han sido más de 300 las personas que han pasado por este piso y que han tenido la oportunidad de recuperar sus vidas y dejar de depender de las drogas.
Los objetivos del proyecto son motivar a la persona para que abandone de una forma decidida las drogas y continúe su proceso en las siguientes fases del programa terapéutico de la Asociación Proyecto Hombre, posibilitar que aprendan una serie de herramientas positivas que favorezcan la comunicación, el respeto, la serenidad, el saber aceptar los errores y la convivencia armoniosa, modificar los comportamientos negativos como la agresividad, intolerancia, impulsividad, deshonestidad, victimísmo y manipulación, ofrecer apoyo personal y cubrir las necesidades básicas de alojamiento, alimentación, higiene, seguimiento de su salud y de ocio y tiempo libre y fomentar la regeneración de vínculos entre los residentes y sus familias, en el caso de que las haya.
Entre las actividades que se realizan están la asistencia diaria, la participación activa en el funcionamiento y mantenimiento del piso, la ocupación del tiempo libre, las salidas al campo y a la playa, visitas culturales, camping y otras alternativas de ocio.
Además, organizan encuentros con las familias de los residentes, donde se consensua su implicación en el proceso de curación y realizan campañas informativas y divulgativas.
De esta manera y gracias a la colaboración de 15 voluntarios y otras 3 personas contratadas es posible llevar a cabo la acción del Piso Alternativo para Jóvenes Drogodependientes.
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