El sector turístico supone para la economía andaluza aproximadamente el 13% de su PIB, según datos de la propia Junta. La actividad turística mantiene en Andalucía una media de 460.000 ocupados, al menos hasta el año 2020, pues todos los indicadores negativos que se preveían por el impacto del Covid-19 se están cumpliendo.
La cifra anual de visitantes supera los 29,5 millones, más del triple de la población regional, y los ingresos alcanzan los 20.400 millones de euros. Sin embargo, todos esos datos hay que ponerlos en barbecho, pues los datos del mes de julio son tremendamente negativos.
Caída masiva en la recepción de turistas extranjeros
El mes de julio, el primero de la temporada estival propiamente dicha, finalizó con un descenso en la llegada de turistas extranjeros del 71,4%. Solo visitaron la comunidad unas 360.000 personas que destinaron 352 millones de euros. Esa cantidad es incluso superior en porcentaje a la de la recepción de turistas, pues la caída en el indicador fue del 74,9%. De este modo, no solo llegan menos turistas, sino que gastan menos.
Los datos, publicados por el INE, muestran también que Andalucía es la cuarta comunidad en recepción de visitantes y que en el acumulado de los siete meses, la región escala una posición hasta ser la tercera con más turistas, pero muy lejos de las cifras de otros años. Con respecto a 2019, la bajada es del 72,3%. Solo han visitado Andalucía un total de 1,9 millones de visitantes extranjeros en los primeros siete meses del año. En un año en condiciones habituales, la comunidad habría recibido unos ocho millones de visitantes.
Todos estos datos ponen de manifiesto, al menos hasta el momento, que las previsiones de la Junta de Andalucía en cuanto a caída de la facturación se quedan cortas, pues en marzo el vicepresidente Juan Marín estimaba un descenso del 30% en la facturación anual, unos 6.000 millones de euros.
Noticias poco positivas para el turismo de interior
Los datos de descenso del turismo se reflejan prácticamente en todas las modalidades del sector. Andalucía, que es una de las comunidades con más kilómetros de costa del país y que más desarrollado tiene el turismo de sol y playa, es también un importante foco de atracción de turismo rural.
No obstante, esta forma de turismo que suele estar más asociada al turista nacional, también acumula pérdidas importantes. Así, durante el mes de julio que fue el primero completo sin restricciones de movilidad tras el estallido de la pandemia, las pernoctaciones en este tipo de alojamientos se redujeron en un 18,7% en toda la región. Asimismo, el número de visitantes cayó en poco más de un 10%.
Las pernoctaciones bajaron hasta las 169.118, por 205.490 del pasado año. En el caso del número de turistas que optaron por esta modalidad fue 43.966 por 48.960 en 2019. En ambos casos, el turismo nacional concentra las estadísticas, con casi un 90% de los indicadores.
¿Mejores datos para agosto?
No se conocen aún los datos de recepción de turistas en el mes de agosto, el segundo del verano y también uno de los más importantes para dar potencia a este sector. En cualquier caso, el vicepresidente de la Junta de Andalucía y máximo responsable de esta área económica, Juan Marín, ya avanzó a inicios de agosto que la comunidad estaba teniendo una cifra importante de turistas en relación a las previsiones.
Marín insistía también en que es una situación completamente nueva y que todo el mundo ha tenido que adaptarse a los aforos, al distanciamiento social y a cumplir con las condiciones higiénico sanitarias.
Ante este escenario, las administraciones y todos los agentes del sector han estado trabajando intensamente para asegurar unas vacaciones en Andalucía seguras. Es importante recordar que la comunidad, a pesar de sufrir el impacto de la pandemia, ha logrado salvar con menos incidencias que otras toda esta situación tan atípica.
El videpresidente afirmó que 2020 será un año malo para el turismo, pero que está en manos de todos buscar soluciones y tratar de normalizar esta importante actividad económica durante el tiempo que convivamos con el coronavirus.
Caen las estancias pero hay motivos para el optimismo
Esa es la idea que ha lanzado la Junta durante el verano. A pesar de que el turismo en Andalucía en 2020 ha caído casi a la mitad si hablamos del número de estancias, incluyendo turista nacional e internacional, desde la administración se pretende lanzar un mensaje de optimismo.
En primavera se preveía un 30% de ocupación para el sector en el mes de julio y finalmente ha sido del 39%, según los datos que maneja Juan Marín. A su vez, en agosto parecía que no se iba a llegar al 48% y el total de reservas se situaba en torno al 60%, con mejores datos incluso para el turismo de interior.
No cabe duda de que el sector turístico es uno de los grandes golpeados por la pandemia, pero el paso de los meses y la normalización de esta enfermedad ha ido ofreciendo posibles soluciones para adaptar la vida a esta nueva realidad.
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