A ritmo de partidas el presupuesto de 2021 va a ser el más complicado de la historia política. Entre órdagos, envites y rentoys de unos grupos políticos a otros se ha empezado por el presidente del Gobierno con el ritual “hagan juego, señores” y pronto - en realidad, antes de comenzar - se está terminando la partida, para algunos grupos políticos, con el “me planto”.
La banca, la caja de efectivo y hasta la caja de propinas están esperando la comparecencia de la sensatez, la seriedad y la preocupación de país pero todo apunta a que les costará hacerse presentes. Mesa de juegos aparte, el panorama es descorazonador. Por mucha voluntad de consenso que la sociedad entienda que es necesaria para superar el presente bache no se ven acompañada por la actitud de los partidos.
El presidente del Gobierno está compareciendo por tierra, mar y aire para crear un clima favorable a un entendimiento. Los frutos de esta pretensión se verán antes de que termine la semana. El PP dice que es la alternativa y que no puede ni debe colaborar en nada con el gobierno. Unas veces manifiesta que porque hay ¡comunistas! en el ejecutivo y otras porque no puede ser muleta del gobierno al que quiere sustituir. Pero Aznar recordará sus fructíferos encuentros con Julio Anguita contra González y los de Adolfo Suarez con Santiago Carrillo para sacar adelante los Pactos de la Moncloa, ante las reticencias iniciales de Felipe González. Pablo Casado puede decir con Gigliola Cinquetti: No tengo edad (Non ho l'età, non ho l’età, cantaba la italiana). Por joven y por no haber cursado los cursos académicos con suficiente tiempo y aprovechamiento -aunque los aprobó- no conoce la reciente historia de España.
De los soberanistas catalanes es muy difícil esperar cordura porque están en continua alerta electoral. El advenimiento de la república los tiene en ascuas. Ha habido elecciones en 2010, 2012, 2015, 2017 y las próximas están al caer. La inestabilidad, las escisiones y la primogenitura independentista absorben las energías mientras la Comunidad de Madrid adelanta en PIB y en inversión extrajera a Cataluña. Ciudadanos busca sacar cabeza con una actitud colaborativa y Podemos parece no asumir que no se puede estar en el gobierno filtrando y echando pulsos a la otra parte del gobierno del que forma parte.
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