No me decido entre estos dos pensamientos: o Javier Imbroda es el paradigma explicativo de por qué no hay que mezclar Educación y Deporte (o Cultura y Deporte, ya que estamos), o es en términos absolutos un incompetente nato que no entiende que la pelota la tiene él y la tiene que mover él, y no otra persona.
En todos los sectores sociales sometidos a inspección se toman medidas sanitarias, tanto en cuestión de uso, como de aforo, como de mobiliario. La actividad se limita a las medidas, y no al contrario. Si solo puede haber tres personas en una habitación, solo hay tres. Si solo puede haber doce en una terraza, solo hay doce. Si te tienes que separar dos metros, te tienes que separar dos metros, y eso se debe cumplir.
En Andalucía, en las aulas, parece que va a ser al contrario. Si en una clase tienen que entrar veinticinco niños, pues tienen que entrar veinticinco niños, y si no hay medidas de seguridad posibles para evitar el contagio entre ellos, pues que miren para delante, que es, por cierto, donde suele estar el personal docente. Que pongan de su parte, que Imbroda no lo va a hacer. Si un niño tose en el colegio, y no pueden venir los padres a recogerlo, entendemos que vendrá alguno de los abuelos, con suerte. ¿Se está preveyendo que haya personal sanitario en las aulas para que activen algún tipo de protocolo en estos casos? ¿Hay una partida de material sanitario suficiente no solo para los inicios sino para todo el curso escolar? ¿Habrá horarios distintos en el personal de limpieza para higienizar las aulas según se necesite?
¿Va a tratar usted a los niños como le gustaría que fuesen tratados sus propios hijos cuando salen de casa?
Podría preguntarlo de otro modo: ¿va a provocar con su incompetencia un brote de COVID19 tan extenso, rápido y fulminante que paralice la Comunidad Autónoma, obligue a su cierre, mande a la UCI a incontables profesionales de la educación y mayor número aún de padres, madres, abuelos y abuelas, hermanos y hermanas? ¿Se da cuenta de la importancia vital que tiene el modo en que se vuelva a las aulas, y que si no se puede garantizar el mayor índice de seguridad, lo único sensato es que no se vuelva mientras esa seguridad no sea posible?
El Ministerio de Educación ha recomendado que el ratio máximo sea de 15 alumnos por clase, y usted dice que no, que no se puede, que económicamente no es viable. Le están recomendado que se usen todo tipo de espacios de los centros, salones de actos, gimnasios, lo que sea, pero usted dice que no, que como no hay de eso en todos los centros, que ni lo va a tener en cuenta; que no es viable. ¿Pero sabe cuáles serán las consecuencias de no hacer viable lo que es imprescindible? Pues si no se puede, no hay clases presenciales, así de sencillo. Y si tenemos una cierta cantidad de alumnos afectados por la brecha digital, que no es poca cosa, sobre ese problema se actúa, con más facilidad y con mucho menos coste económico y riesgo.
¿Lo está siquiera intentando? Porque a mí me da la impresión, señor Imbroda, de que el que no es viable es usted. Porque en la calle estamos casi el cien por cien de la ciudadanía dando el callo con las mascarillas y evitando situaciones de riesgo, porque cada situación evitada es importante. ¿Cómo es que hemos recibido una circular diciendo que las recuperaciones de septiembre serán presenciales? ¿Tampoco eran viables recuperaciones telemáticas? ¿Pero qué necesidad hay? ¡Evite, coño, evite cada contagio que pueda! Use el dinero hasta donde llegue y donde no llegue, use la inteligencia, y use la inteligencia de la gente. Gánese el sueldo que parece que esté esperando que el gobierno decrete otro estado de alarma para poder respirar tranquilo.
Para no hacer nada, para quejarse por todo, como otro incompetente más que tiene un cargo en una Comunidad Autónoma sola y exclusivamente para hacer oposición al Gobierno.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
