Andalucía

Denuncian un nuevo 'caso Mari Luz' tras la muerte de un hombre en una reyerta

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  • El presunto autor de los disparos estaba en búsqueda y captura cuando sucedieron los hechos

La Federación de Asociaciones Culturales Cristianas de Andalucía (FACCA) denunció ayer una presunta negligencia policial y judicial por la muerte de J. R. G, que falleció el domingo tras recibir un disparo en la cabeza el pasado 9 de noviembre en el transcurso de una reyerta en Bujalance (Córdoba).

 

En declaraciones a Efe, el portavoz de FACCA, Luis Guillermo Cortés, señaló que el presunto agresor es un delincuente habitual de la localidad y además “prófugo de la justicia”, ya que al parecer se fugó de la cárcel aprovechando un permiso de fin de semana. Cortés subrayó que tanto la Policía Local como la Guardia Civil tenían conocimiento de que este hombre residía de manera habitual en Bujalance, e “incluso se abordó su presencia en el pueblo durante una Junta Local de Seguridad celebrada en septiembre de 2007”.


 

Añadió además que varios vecinos de la localidad habían denunciado a este individuo por diversos motivos, como robos o amenazas de muerte con una escopeta y, sin embargo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “no han hecho nada por detenerlo”. Cortés, para quien este suceso es “parecido al caso Mari Luz”, denunció que ni los agentes policiales ni la Justicia “han actuado adecuadamente” y pidió “responsabilidades a quien corresponda”, tanto en el ámbito policial como político.

 

En concreto, exigió responsabilidades a la Comandancia de la Guardia Civil en Córdoba, al alcalde de Bujalance, Rafael Cañete (PSOE), y al subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz. Asimismo, Cortés pidió más seguridad policial en esta localidad cordobesa y apoyo para la familia del fallecido.

 

Por su parte, unas 500 personas asistieron ayer en el Cementerio de Adamuz (Córdoba) al funeral y entierro por el rito evangélico de J. R. G, de 51 años. Según explicó a Europa Press el pastor evangélico que ofició el funeral, José Camacho, el motivo por el que el fallecido recibió sepultura en Adamuz y no en Bujalance es que “la familia así lo ha querido, para que descanse junto a un hermano suyo fallecido anteriormente, con el que estaba muy unido”.

 

La misa funeral, a la que no se permitió la entrada de cámaras, se celebró entre especiales medidas de seguridad, con un reforzamiento de los efectivos de la Guardia Civil ante la tensión provocada por esta muerte, según confirmaron fuentes de la Benemérita, que aún no ha detenido al autor de la muerte de J. R, supuestamente un delincuente huido de prisión durante un permiso y que está en busca y captura.

 

Por su parte, el alcalde bujalanceño, Rafael Cañete, confirmó ayer, en declaraciones a Europa Press, que él había pedido el pasado año que se detuviera al ahora presunto asesino de J. R, “porque estaba ya en busca y captura y se sabía que vivía en Bujalance, y me consta que la Guardia Civil ha intentado detenerlo en varias ocasiones, desgraciadamente sin éxito, al parecer porque este individuo es muy espabilado”.

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