El vicesecretario general del PSOE andaluz, Luis Pizarro, volvió ayer a cargar las tintas contra el presidente del PP-A, Javier Arenas, comparando su política de confrontación con la de “un Blas Piñar de finales de los 70” y acusándolo de ser el “responsable directo” de la crispación en la política andaluza. Sus palabras han dado pie a los populares para anunciar que ampliarán la querella contra Pizarro con esas nuevas declaraciones.
Luis Pizarro comparecía ayer ante la prensa, tras su reunión semanal con la dirección de los socialistas andaluces, para alabar la firma del acuerdo de financiación entre la Consejería de Vivienda y 33 entidades de crédito para poner en marcha el Plan Concertado de Vivienda y Suelo. Tras asegurar que este plan -que se firmó antes de las elecciones autonómicas- es una prueba del cumplimiento de los compromisos electorales del PSOE y de que su prioridad es paliar la difícil situación que padecen los ciudadanos, Pizarro acusó a los populares de “perder la oportunidad” en sus congresos provinciales de hablar de los problemas de la sociedad y de centrarse en “deteriorar, desprestigiar y machar la imagen del PSOE y del presidente de la Junta, Manuel Chaves”.
Pizarro responsabilizaba directamente a Javier Arenas por acusar al PSOE de ser “el partido de la muerte” y a Manuel Chaves de ser “un especulador”, añadiendo que han vuelto al “viejo y rancio estilo de la derecha” y al modelo de crispación de la época 94-96, “más propia de un Blas Piñar de finales de los 70 que de un dirigente de centro”.
Lejos de estar preocupado por la querella que ya ha admitido el Tribunal Supremo por llamar a Arenas “matón de discoteca” y ampliada después por calificarlo de “desequilibrado”, Pizarro criticó que el presidente del PP andaluz “quiera aparecer como víctima” cuando “tiene que saber aguantar también” cuando sabe que la confrontación política “es a veces dura”.
Añadía que “muchas lindezas de Arenas podrían haber terminado en los juzgados, más graves, pero no lo hemos hecho porque no es necesario llegar a la judicialización de la política”. Pizarro considera que es el líder de los populares andaluces quien tiene que saber “si ese es el camino que ha elegido”, apuntando que “donde las dan las toman” y “él es el responsable directo de la situación de confrontación”.
Según apostilló el vicesecretario general del PSOE-A, a Arenas “le vamos a responder duramente, porque se lo merece”.
Tras estas declaraciones, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, llamó "políticos acabados" al presidente de la Junta, Manuel Chaves, y al propio Luis Pizarro, a los que acusó de convertir la política andaluza en un "basurero" por sus "continuos insultos" al líder del PP-A, Javier Arenas.
En declaraciones a Europa Press, Sanz lamentó los "nuevos insultos" de Pizarro y advirtió de que "estas declaraciones serán incluidas en la querella que ya tenemos presentada". "Las querellas se ampliarán conforme sigan los insultos", apuntó Sanz.
Asimismo, el número dos del PP andaluz resaltó el espectáculo "circense" que "da todos los lunes con sus payasadas", que "lo único que ponen de manifiesto es que no tiene nada que decir y que sólo puede salir ante la prensa para insultar a Arenas". En este sentido, Sanz dijo que estas declaraciones ponen de "manifiesto el ataque de nervios" que presenta el PSOE-A ante la "inminente victoria electoral del PP-A".
"Con sus insultos y comportamiento, el PSOE-A, Chaves y Pizarro están dando el peor ejemplo de la historia de la autonomía", apuntó Sanz, que aseguró que el PSOE-A "ha renunciado a gobernar y ahora sólo tiene capacidad para actuar de oposición a la oposición".
De esta forma, el secretario general del PP-A advirtió a Manuel Chaves de que en el seno del partido saben que "Chaves es el responsable de todos los insultos, ya que Pizarro es el altavoz que hace el ridículo a diario".