Fuentes del caso explicaron a Efe que la pequeña fue atendida el 31 de agosto en el hospital Virgen Macarena de Sevilla y la autopsia halló un papel en la tráquea, por lo que el informe forense apuntó a indicios de un posible delito de homicidio y el padre ingresó inmediatamente en prisión.
Las citadas fuentes han añadido que la madre, en una comparecencia de una hora y media, ratificó ayer ante la jueza su declaración policial en el sentido de que ignoraba el origen de lo sucedido.
La jueza había citado también como testigos a los pediatras que atendieron al bebé y a varios vecinos que presuntamente oyeron discutir a la pareja, pero unos cortes de luz intermitentes de más de una hora de duración en el edificio de los juzgados obligaron a aplazar al próximo día 13 la comparecencia de tres de ellos.
A la vista de su declaración, la Fiscalía de Sevilla decidirá si amplía la imputación contra la madre, que de momento está acusada de "participar en los hechos" en un grado no determinado, añadieron las fuentes.
La causa se está tramitando como un posible juicio con jurado, al tratarse de un presunto homicidio, y la Audiencia de Sevilla decidió en días pasados que el padre continúe en prisión, situación en la que se encuentra desde que se produjo la muerte de la pequeña, el pasado 31 de agosto.
Las investigaciones judiciales se centran en averiguar la hora de la muerte de la pequeña, que tenía 28 días de vida y fue llevada al hospital por sus propios padres a las 7 de la mañana, pero los médicos solo pudieron certificar su fallecimiento.
El padre explicó que había puesto un trozo de pañuelo de papel a la pequeña para taponar una herida en el labio.
Los padres, que tienen antecedentes penales, residían en un barrio próximo al hospital y, según los vecinos, la noche en que se produjo la muerte de la niña mantuvieron una fuerte discusión.
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