La provincia de Jaén vuelve a estar en situación de alerta por las altas temperaturas. La Agencia Estatal de Meteorología activó ayer el aviso naranja por altas temperaturas, que podrían alcanzar los 43 grados en Andújar. En la capital, en cambio, se activó el aviso amarillo, con máximas que superarán los 38 grados a la sombra. Sin embargo, las previsiones de la Aemet indican que lo peor está aún por venir, ya que se espera para final de julio el pico más alto de las temperaturas este verano. El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Luis Fernando López-Cotín, ya advirtió que estamos ante un verano más cálido y más seco, al tiempo que auguró que la temperatura media “alcance valores superiores a los normales” en la comunidad. De hecho, los tres meses de la primavera, marzo, abril y mayo, han sido más cálidos de lo habitual en Andalucía, en especial en el interior y en el suroeste de la comunidad autónoma, con valores superiores a la temperatura media que, en el caso de España, ha sido de 14,2 grados, medio grado por encima del promedio histórico, lo que le ha convertido en la novena más cálida del siglo. También ha sido una primavera con una significativa oscilación térmica, pues las temperaturas máximas en Andalucía han sido 1,1 grados superiores a la media histórica, y las mínimas una décima inferiores, como consecuencia de que la escasez de lluvias ha impedido el efecto suavizador que los cielos nublados causan en los valores térmicos extremos.
La Aemet también avisa de que se agravará el déficit de precipitaciones que Andalucía acumula en lo que va de año hidrológico ya que las lluvias recogidas desde esa fecha apenas alcanzan el 75% de la media de los últimos 30 años. Los pantanos de la provincia se encuentran al 43,9% de media (dos puntos por debajo de la media andaluza), siendo el Aguascebas y el Dañador los más caudalosos, por encima del 83%, y Giribaile y Jándula, los que menos, con el 30 y el 32%. El Quiebrajano, que está al 57%, ha recibido desde octubre 913 litros, frente a los 666 de la media histórica. Los 391,8 litros por metro cuadrado registrados en lo que va de año hidrológico en la cuenca del Guadalquivir, suponen el 26% menos de la media histórica, un déficit muy superior a la media de la Península, que registra unas precipitaciones inferiores en un 1% a la media histórica.
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