La Consejería andaluza de Salud y Familias ha informado este viernes de que los acompañantes de los pacientes, tanto de urgencia y centros de atención primaria como hospitalizados, sólo se autorizará una persona por cada paciente, mientras continuará la suspensión de actividades de voluntariados en los centros sanitarios y las de cooperación internacional.
Así lo ha acordado el Ejecutivo andaluz en una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno que ha aprobado las medidas para la "nueva realidad" que afrontará la comunidad una vez que este domingo decaiga el estado de alarma, tal y como ha informado el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en rueda de prensa.
Igualmente, ha explicado que el Gobierno andaluz adaptará las plantillas de personal del Sistema Sanitario Público según las necesidades asistenciales y se continuará con el seguimiento de los planes de contingencia para todas las provincias.
Esto supone, según ha indicado, acelerar la implantación de la telemedicina, potenciar la actividad de la cirugía ambulatoria y consultas en acto único, se pondrán aplazar las actividades sanitarias programadas y no urgentes en los centros de atención primaria y hospitales, potenciar la consulta telefónica, redimensionar el número de camas de observación, URPA y UCI de los hospitales o mantener instalaciones alternativas en caso de aislamiento domiciliario a personas asintomáticas que no dispongan de sitio (como turistas o transeúntes).
De otro lado, cada residencia de personas mayores deberá mantener su Plan de Contingencia y Actuación para la Prevención de la Epidemia por Covid-19 con objeto de garantizar una respuesta eficaz y segura ante nuevos brotes epidémicos. Se establecerán criterios de prioridad para el retorno de personas, atendiendo a la situación social individual, y se mantendrá la coordinación con los centros sanitarios de la zona.
La Consejería de Salud y Familias recuerda que es fundamental el mantenimiento de las medidas generales que se han mostrado eficaces en la lucha contra la pandemia, como la higiene frecuente de manos, una distancia interpersonal mínima de 1,5 metros o el uso de mascarillas cuando no sea posible mantener esa distancia, así como cuando se esté en entornos con mucha gente, especialmente en espacios cerrados.