Plaza del Pósito

La vida nos va en ello

Al igual que no oímos crecer la hierba, tampoco percibimos el pasar del tiempo en nuestras vidas, para ello precisamos hacer paradas, reflexionar...

Publicado: 01/06/2020 ·
22:09
· Actualizado: 01/06/2020 · 22:09
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Autor

Santiago Donaire

Santiago Donaire es un histórico militante socialista de la provincia de Jaén comprometido con su tierra

Plaza del Pósito

La actualidad política y social narrada en este espacio desde la experiencia de un librepensador

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Al igual que no oímos crecer la hierba, tampoco percibimos el pasar del tiempo en nuestras vidas, para ello precisamos hacer paradas, reflexionar, mirar hacia atrás y echar un vistazo al futuro, no podemos perder la perspectiva. Debemos evitar pasar de ir al cole de la mano de tu madre, a visitarla en la residencia o a ocupar tú su puesto, como en un gif diabólico.

Por fin es posible visitar a nuestras mayores ingresadas en Residencias, son centenares de miles las que de una forma desigual han pasado el confinamiento y millones los familiares que impacientemente anhelamos poder verlas. Por esta primera vez nos tendremos que conformar con una visita fría, habrá que esperar para el reparador abrazo. En nuestras latitudes las relaciones personales y más las familiares, cuestan sin contacto físico, sin el abrazo intenso acompañado de dulces palabras y algún “chilliico”.

Hemos estado muy preocupados por la posibilidad de contagio de nuestros familiares ingresados, las noticias que venían de otras comunidades eran las peores. Hubo centros como el que gestiona la empresa Vitalia en Leganés donde registraron más de un centenar de fallecimientos en solo una semana. Cuando acabe todo podremos ver los estudios que nos permitan analizar las diferentes casuísticas y por qué en unas comunidades, o centros se dio más que en otros, pues aparte de la fatalidad hay un fuerte componente de gestión y recursos.

Tradicionalmente las residencias, antiguos asilos de ancianos, eran gestionadas por entidades benéficas u organismos públicos, cubriendo las necesidades de las personas que no podían ser atendidas por la familia, por carecer de ella o por falta de medios. El resto de mayores pasaban sus últimos días con sus familias. Los nuevos tiempos a la vez que redujo el número de miembros de las familias, aumentó la edad media, ya no era posible acoger a los abuelos en casa.

El neoliberalismo que no pierde bocado, no quiere Estado salvo para hacer caja, vio la oportunidad de lucro en la asistencia a mayores, precisaba que sus peones políticos le bajaran las ratios de servicio y relajaran la supervisión, una vez conseguido el cóctel estaba servido. Fondos de inversión, conocidos multimillonarios españoles y, empresarios, desembarcaron en este negocio. He mencionado la empresa Vitalia que en su centro de Leganés declaró 900.000 euros de beneficios y 30.000 en sanciones (2018), tiene más 100 centros en España. ¿Cómo se consiguen beneficios en un centro asistencial? pues reduciendo servicio a los residentes.

En los Centros de mayores solo cabe la gestión pública, o las entidades benéficas, o las cooperativas de usuarios. No a quien busque el lucro en la prestación de servicios básicos.  Mientras tanto afinen en la supervisión y en el control de las ratios, la vida nos va en ello.

Salud.

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