La RTVA se acostumbra a vivir instalada en la división de sus directivos y en los ceses y las dimisiones de altos cargos desde que Álvaro Zancajo irrumpiera en la Dirección de Contenidos Informativos de Canal Sur Televisión a finales del mes de enero. Un antes y un después de cara al producto que ofrece a sus telespectadores y también de cara al ambiente que se vive en los despachos y pasillos de San Juan de Aznalfarache.
Ni algunas de sus decisiones ni sus formas son vistas con buenos ojos por el presidente del consejo de administración, Rafael Porras, que parece estar más preocupado en incendiar Twitter; ni por el director general de la RTVA, Juande Mellado; ni tampoco por buena parte de la plantilla de trabajadores, según ha podido saber este diario. Una guerra que no ha hecho más que empezar y que suma desencuentros todas las semanas. La tensión se percibe tras cada decisión del director de Contenidos, que campa a sus anchas con el beneplácito político.
El ‘ordeno y mando’ del periodista madrileño le llevó hace varios días a cesar a la jefa de Sección de Economía de Canal Sur TV, Ángela Blanco, y provocar una nueva histeria en la redacción. Mellado, que no fue ni consultado sobre esa decisión y que ahora se acostumbra a ver a la exjefa de Economía como redactora del programa Tierra y Mar, trató de reconducir la situación pero ya era tarde. El daño ya estaba hecho y Zancajo se salió con la suya.
Porras y Mellado contemplan con impotencia la gestión de Zancajo. También, la directora Operativa, Isabel Cabrera, que se lamenta con estupor de la situación. Desmarcada se encuentra la directora adjunta de Contenidos, Desirée García-Escribano y persona de confianza de Ciudadanos. Según fuentes internas de RTVA, ella recela una y otra vez de las escaletas que Zancajo dicta a los editores mientras que trata de aportar criterios profesionales sin éxito.
El tsunami informativo de la cúpula llega a la redacción, ahogada, con profesionales de reconocida valía y que han sido apartados de sus responsabilidades por el dictado de Zancajo y sus afines. No se han salvado ni redactores jefes, ni jefes de sección, ni editores y tampoco coeditores. Además, de las continuas probaturas de presentadores de informativos en la televisión.
Más allá de los cesados por orden del madrileño, la RTVA también ha vivido dimisiones ante la visible inestabilidad. Por ejemplo, los de Teresa Sáez, ya exefa de Producción de Canal Sur TV, y de dos de sus directos colaboradores. Un nuevo sobresalto que Mellado ha recibido y que le ha llevado a hacer números del dinero que le queda para terminar el año 2020, que es escaso, según fuentes consultadas.
Y, entre tanto, la audiencia sigue cayendo en picado . El Canal, como así le denominan coloquialmente los trabajadores de la Radio y Televisión Pública, se ha convertido en una acequia en la que la división es palpable y los ceses y las dimisiones constantes. Habrá más.