La sociedad de estudios del Grupo Unicaja señala en su último informe de previsiones económicas que España está "muy alejada, no sólo geográficamente, de la economía finlandesa".
Explica que las divergencias "estructurales" de la economía española con respecto a las más avanzadas pueden medirse, entre otros parámetros, por las diferencias en términos de inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), innovación (i), o el peso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como en la formación del capital humano.
Estos factores han sido "determinantes" del crecimiento económico en los últimos años, a través del fortalecimiento de la oferta productiva necesaria para alcanzar mayores niveles de desarrollo y bienestar a largo plazo, indica.
Al hilo de las reflexiones sobre las políticas de "hondo calado estructural y productivo" que debe emprender España para afrontar la crisis económica, el documento alude a los pilares en los que descansan las economías más productivas y competitivas, como la de Finlandia, que "supo reponerse a una profunda crisis tras la desintegración de la URSS".
Los informes sobre el nivel educativo, la formación de grado superior de los recursos humanos (OCDE) y la inversión que hacen en I+D (Eurostat) "confirman la aventajada posición" de los Países Nórdicos, que "no por casualidad" también encabezan la clasificación del Foro Económico Mundial (WEF) de los países con mayor competitividad de su economía, señala la sociedad.
Sobre el cambio en el modelo productivo español, Analistas Económicos apunta que "estamos en esta situación porque no hemos tenido ningún modelo productivo y parece que por el momento no lo vamos a tener".
Recuerda que la economía finlandesa era muy dependiente de las exportaciones (la mayoría productos básicos) a la Unión Soviética y los países de su entorno, por lo que su desintegración ocasionó una profunda crisis económica en Finlandia, en la que la producción descendió más del 14 por ciento y la tasa de paro pasó del 3 al 20 por ciento.
Finlandia "supo readaptarse en poco tiempo y superar con éxito" la crisis, hasta el punto de que "no sólo recuperó el terreno perdido sino que se convirtió en una de las economías más dinámicas y avanzadas del mundo".
"La receta finlandesa es bien conocida pero implica importantes esfuerzos, principalmente por parte del sector público", señala el informe, que añade que "está por ver" en qué medida España podría adoptar esta receta, que implica medidas estructurales que pueden resultar "dolorosas" en el corto plazo, así como aceptar el "grado de sacrificio y compromiso que exige".
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