Un Rocío distinto. Sin poder dirigir mis pasos hacia tu altar. Hacia ti. Pero dirigiré mi corazón. Una fe rociera que va creciendo cada año y que se mantiene intacta sea la época que sea. Un camino de Huelva que te echará de menos. Unos peregrinos que no podrán visitarte después de un largo año esperando. Unos devotos que contarán los días para volver a verte. Rocío, quién nos iba a decir que este año no podremos cantarte, ni rezarte, ni celebrar que estás con nosotros un año más. Este año nos toca celebrarte desde dentro, imaginar cómo sería ese salto a la reja otro lunes más, cómo sería ese amanecer mientras te paseas por tu aldea entre cantos y vitores. Desde casa te pondremos nuestra velita, por nuestra fe en ti, para que nos protejas. Y aunque no podamos verte danzar por tu aldea, daremos gracias de que seguimos estando aquí y pediremos por todos aquellos que ya no están y los puedas amparar en tu regazo. Rocío, aunque este año no te acompañemos, te llevamos siempre en nuestro corazón.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es