Andalucía cree que ha recibido un “trato diferente” respecto a otras comunidades autónomas en cuanto al cambio de la fase 0 a la 1 en este proceso de desescalada. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, no entiende que las provincias de Granada y Málaga permanezcan en la fase inicial con una tasa de incidencia “mucho más baja” que en provincias del País Vasco, de Navarra o La Rioja.
Un “agravio comparativo” que obligó a Moreno a alzar la voz en la novena videoconferencia de presidentes autonómicos con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Ahí, el número 1 de Andalucía criticó el “daño reputacional” que sufren dos marcas turísticas clave para la comunidad: la Costa del Sol malagueña y la Costa Tropical de Granada. Las persianas de los establecimientos comerciales seguirán bajadas y no disfrutarán de las ventajas del ascenso de fases como el desplazamiento entre municipios de la provincia.
“Si no cumplen los requisitos yo sería el primero en decirlo porque lo primero es la salud, pero si lo hacen y veo que en Vizcaya o Navarra, con mayor tasa de contagio, sí se permite avanzar, tengo que presentar mi queja”, dijo Moreno, que quiere pensar que hubo “un error de valoración por parte de los responsables”. De ahí que exigiera a Sánchez que “reconsiderara la situación”.
Por ejemplo, según datos consultados, la presión hospitalaria en la provincia de Granada cae por debajo de las 100 camas ocupadas (82), de las que 18 son de UCI y 64 en régimen normal, y la ratio de infectados es 46 personas por cada 100.000 habitantes. El Gobierno de España decidió que Granada se quedara en la fase inicial, pero sí aceptó que otras provincias con datos peores pasaran a la fase 1.
Según las cifras dadas por Moreno, la provincia de Vizcaya tiene 70 casos por cada 100.000 habitantes. También puso como ejemplos que comunidades uniprovinciales como Navarra o La Rioja pasan a la fase 1 con más de 40 y 60 contagios por cada 100.000 habitantes.
Un “trato diferencial” que se debe, según el presidente andaluz, a “contrapartidas” por los acuerdos políticos alcanzados por su Gobierno con el PNV para la investidura o para prorrogar el estado de alarma.
Tal situación ha provocado que “los ciudadanos de las provincias de Granada y Málaga hayan sido condenados a la asimetría por una decisión que no ha sido objetiva, sino que más bien parece que ha sido discrecional”, según explicó Moreno.
Es más, fruto de esos acuerdos del Gobierno con los nacionalistas, Euskadi tendrá prácticamente una desescalada a la carta en la que estará permitido el tránsito entre provincias.
Y es que los bilbaínos sí podrán ir, por ejemplo, de Getxo a Durango pero los granadinos no podrán ir desde la Alpujarra, que apenas ha tenido casos positivos por coronavirus, a la Costa Tropical, cuya tasa de incidencia ha sido muy bajo. “No hay una decisión razonada a esta cuestión”, confesó Moreno sobre la decisión del Gobierno de España.
Versión del Gobierno
Durante la novena videoconferencia de presidentes, los de Andalucía, Valencia y Madrid presionaron a Sánchez para que reconsiderara un cambio de fase para territorios suyos. Preguntada por este asunto, la portavoz del Gobierno de España, la andaluza María Jesús Montero, pidió “no trasladar falsos agravios” a estos presidentes porque “no tienen ningún tipo de fundamento”.
No se puede “forzar el ritmo” para avanzar en fases porque esto podría costar muy caro en vidas humanas “y en el ámbito económico y social”, comentó Montero, quien advirtió a las comunidades autónomas que “no por correr de forma precipitada” llegarán antes.
Es más, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, apuntó que no se plantean revisar los informes emitidos y que ya han fijado qué territorios o provincias pasarán a fase 1 este lunes.
Illa explicó que el equipo técnico del ministerio analiza los informes con la máxima pulcritud y haciendo una valoración “prudente”.
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