El nuevo coronavirus suele tardar entre dos y ocho semanas en provocar la muerte a los pacientes, según se desprende del último informe científico del Covid-19 publicado por el Ministerio de Sanidad.
Asimismo, el tiempo medio desde el inicio de los síntomas hasta la recuperación es de dos semanas cuando la enfermedad ha sido leve y entre tres y seis semanas cuando ha sido grave o crítica. Del mismo modo, el tiempo entre el inicio de síntomas hasta la instauración de síntomas graves como la hipoxemia es de una semana.
En cuanto al periodo de incubación, el documento confirma que el periodo de incubación mediano es de 5-6 días, con un rango de 1 a 14 días. Además, el 97,5 por ciento de los casos sintomáticos se desarrollan en los 11,5 días tras la exposición.
El intervalo serial medio en numerosas observaciones epidemiológicas ha resultado menor que el periodo de incubación, por lo que, sobre la base de estas observaciones y los casos detectados en los estudios exhaustivos de contactos, se considera que la transmisión de la infección comienza uno o dos días antes del inicio de síntomas.
En este sentido, Sanidad informa de que en la actualidad se desconoce si la intensidad de la transmisión a partir de personas asintomáticas será igual que a partir de personas con síntomas, aunque la carga viral detectada en un caso asintomático es similar a la de otros casos sintomáticos, efecto que ha podido también ser observado en un modelo animal.
Concretamente, en modelos matemáticos basados en los brotes epidémicos de Singapur y Tiajin (China), se han estimado proporciones de transmisión a partir de casos presintomáticos de 45 por ciento y 62 por ciento, respectivamente.
La vía de transmisión entre humanos se considera similar al descrito para otros coronavirus a través de las secreciones de personas infectadas, principalmente por contacto directo con gotas respiratorias de más de cinco micras (capaces de transmitirse a distancias de hasta dos metros) y las manos o los fómites contaminados con estas secreciones seguido del contacto con la mucosa de la boca, nariz u ojos.
Asimismo, Sanidad señala que el nuevo coronavirus se ha detectado en secreciones nasofaríngea, incluyendo la saliva. Al mismo tiempo, comenta que aunque se ha detectado el genoma y el virus infectivo en heces de personas enfermas, la trasmisión a través de las heces es otra hipótesis para la cual no existe evidencia en esta epidemia hasta la fecha.
PRINCIPALES SÍNTOMAS DEL CORONAVIRUS
"Las manifestaciones clínicas gastrointestinales, aunque presentes no son demasiado frecuentes en los casos de Covid-19, lo que indicaría que esta vía de transmisión, en caso de existir, tendría un impacto menor en la evolución de la epidemia", informa el Ministerio en el documento.
Respecto a los síntomas, los datos obtenidos por ahora en España muestran que con 18.609 casos notificados, los síntomas más frecuentes fueron la fiebre o reciente historia de fiebre (68,7%), tos (68,1%), dolor de garganta (24,1%), disnea (31%), escalofríos (27%), vómitos (6%), diarrea (14%) y otros síntomas respiratorios (4,5%).
También, en investigaciones realizadas en Wuhan (China), se han descrito otros síntomas relacionados con distintos órganos y sistemas como, por ejemplo, neurológicos, cardiológicos, oftalmológicos, otorrinolaringólogos, dermatológicos y hematológicos.
La presencia de comorbilidades oscila entre un 23,2 por ciento y el 51 por ciento, siendo la enfermedad cardiovascular (en particular la hipertensión arterial) y la diabetes las más frecuentes entre los hospitalizados, si bien estas series incluyen casos de distinta gravedad y no son claramente interpretables.
En los casos de fallecidos por Covid-19, también se observa mayor prevalencia de cáncer o enfermedades neurológicas comparada con poblacional y los casos no graves, aunque el efecto es menos evidente que en las anteriores enfermedades descritas.
En cuanto a la hipertensión arterial, las enfermedades hepáticas y la inmunodepresión no parece haber asociación importante con Covid-19, según los datos disponibles, si bien en otras series, la hipertensión arterial ha sido reconocida como uno de los factores más importantes asociados a la mala evolución de la enfermedad