Este isleño vive en los pisos que hay justo delante de la estación de bombeo y afirma que los camiones llegan y proceden al vaciado de sus tanques primero en un husillo y después en un contenedor, “pero parte de lo que vierten se les cae fuera por lo que es muy normal que se originen malos olores y lo que más tememos, condiciones insalubres ya que no podemos olvidar que lo que se está vertiendo son los desperdicios y los residuos de la ciudad”, afirmó Guerrero.
Por otra parte, Antonio Guerrero en representación de sus vecinos de bloque denuncia también que cada vez que vienen a limpiar las bombas y las cubetas la grúa vierte los líquidos al suelo y deja una cubeta llena de residuos con el consiguiente mal olor, cosa que les obliga a tener las ventanas de sus viviendas cerradas incluso en verano. Los vecinos esperan una solución.
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