Andalucía

La red Copérnico: batas españolas contra el coronavirus

Un grupo de pequeñas y medianas empresas se han unido para adaptar su producción y, en una acción solidaria, centrarse en la creación de batas y mascarillas

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  • Mascarillas.

Ancianos cosiendo batas, enfermeras utilizando bolsas de basura… los hospitales se han visto desbordados por la demanda de material sanitario que crece día a día. Esto ha obligado al Estado y a las comunidades autónomas a buscar la manera de conseguir estos productos de manera acuciante. 

Ante esta necesidad, un grupo de pequeñas y medianas empresas españolas se han unido para adaptar su producción y, en una acción solidaria, centrarse en la creación de batas y mascarillas que el personal sanitario y los pacientes requieren para evitar la propagación del coronavirus. 

La Red Copérnico de emergencia textil, como se denomina este grupo en homenaje al científico polaco, espera estar fabricando esta semana cerca de 100.000 batas, que junto a 60.000 mascarillas serán repartidas a varios centros y vendidas a coste de producción. 

“El proyecto nació en una llamada”, ha explicado a EFE Mónica Ridruejo coordinadora de esta iniciativa, antigua directora de RTVE, ex eurodiputada y pintora, quien decidió crear con su amigo Ander Soriano una red para fabricar y distribuir material sanitario. 

“Desde Ifema hasta cualquier otro hospital de toda la geografía española tienen interés en adquirir las batas que se empezaron a fabricar este sábado”, ha señalado Mónica. “Hay una demanda brutal en todas las instituciones”, ha añadido la exeurodiputada. 

De momento, la red está naciendo y construyéndose poco a poco, cada vez se añaden nuevas empresas que tiene como objetivo cubrir todos los pasos del proceso de producción, desde la creación del tejido hasta el reparto del material por los centros. 

“Estas empresas solo tienen una cosa en común, las ganas de ayudar”, ha afirmado Mónica, que hace hincapié en que todas las empresas colaboradoras son PYMES que producen en España y que están haciendo “un gran esfuerzo“ para adaptar su actividad original a la producción de material sanitario. 

"QUE NO NOS COLAPSEN, POR FAVOR" 

Ander Soriano es el propietario de la empresa de comunicación gráfica Estudios Durero y el principal promotor de este proyecto, pero deja una cosa clara tras hablar con EFE: “Que no nos colapsen, por favor”. 

“No quiero una avalancha de llamadas de hospitales como me ha pasado esta mañana”, ha afirmado Ander quien se ha visto sobrepasado por las más de 300 llamadas que ha recibido en un solo día y que no quiere convertir su empresa “en una central de telefónica”. 

“Sí que sería bueno que empresas que quieran donar nos llamen, pero los hospitales y comunidades que no lo hagan porque sería un colapso”, ha explicado el empresario, quien ha detallado que ya ha recibido donaciones de particulares como Lalo Azcona y de asociaciones como la Fundación BBK o la Fundación Vizcaína Aguirre, con las que se cubren la elaboración de 31.000 batas. 

“Nosotros tenemos una producción limitada, no somos China”, ha recordado Ander, quien también ha remarcado que las batas que realice su empresa irán destinadas al Servicio Vasco de Salud (Osakidezta) con los que lleva colaborando desde que se le ocurrió la idea, por lo que ruega al resto de centros que no le llamen. 

El primer paso de esta iniciativa fue elaborar una bata homologada y que cumpliera con todos los requisitos de calidad que requiere el material de protección sanitario. Estudios Durero se encargo de este diseño y el Servicio Vasco de Salud, que ya ha recibido 1.000 unidades, dio el visto bueno esta semana. 

“Son batas ligeras, reusables, resistentes e impermeables”, ha señalado Mónica, quien recuerda que también van a fabricar mascarillas quirúrgicas FFP3 y que Ander donó hace quince días cerca de 11.000 pantallas protectoras. 

“Ya se están fabricando 70.000 metros lineales en Portugal”, ha explicado el empresario bilbaíno, quien ha señalado que esta conexión hispano-lusa se ha realizado a través de la empresa Endutex que ha rebajado el precio de su producto hasta un 70 por ciento. 

Cuando la tela cruza la frontera y llega a la fábrica, tras obtener una licencia temporal para elaborar material sanitario, las maquinas, que antes se habían usado para la comunicación gráfica, se transforman en motores de creación de batas donde se corta y se cose el material que luego protegerá al personal médico y a los pacientes. 

“En cuanto empiece a llegar más el material este sábado, levantaré el ERTE a 20 o 30 trabajadores”, ha detallado Ander. Hasta ahora la fábrica estaba funcionado con tres trabajadores, pero la semana que viene se incorporarán más miembros de la plantilla que harán un curso rápido del manejo de las maquinas y se podrán a trabajar en turnos que abarcan las 24 horas. 

UNA RED EN FORMACIÓN 

Mónica sigue contactando con proveedores y fabricantes, con el objetivo de poner en contacto a las empresas con las instituciones y agilizar el proceso para que los hospitales puedan adquirir el material sanitario lo antes posible. 

Pese a que Estudios Durero ya ha asumido toda la producción que le es posible, la Red Copérnico sigue en formación. Cotoblau una empresa textil en Ontinyent (Alicante) con una gran capacidad de producción y con licencia para realizar material sanitario se ha dispuesto a participar este proyecto y proveerá a otras zonas de España. 

Las más de mil personas que trabajan en esta iniciativa esperan que se sigan sumando más empresas que tenga los requisitos necesarios para llevar a cabo la producción del material textil sanitario y que quieran aportar su ayuda en la lucha contra la pandemia del coronavirus. 

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