El colectivo de personas mayores, uno de los más vulnerables por el coronavirus, vive la pandemia "entre la preocupación, el miedo y el enfado" por la situación de las residencias y por el retraso de las medidas seguridad, según la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM).
El presidente de esta entidad, Martin Durán, ha planteado en una entrevista con Efe un llamada de alarma, de alerta a las administraciones para que actúen con rapidez antes de que los contagios en las residencias de mayores de Andalucía se conviertan en mucho más que un "gran problema".
"Reclamamos test rápidos para todos los residentes y trabajadores de los centros para poder aislar rápidamente a aquellos que estén infectados. Esta es la única forma de evitar que una residencia de mayores se convierta en un tanatorio", ha advertido.
El presidente de la FOAM esgrime no conocer con detalle los casos de personas mayores que han fallecido en las residencias de ancianos de las comunidad porque la Junta "no los facilita".
Aun así, se muestra convencido de que son "más" los fallecidos e infectados de los que se están publicando, de ahí que haya urgido a la Junta de Andalucía y al Gobierno central a actuar con celeridad y eficacia urgentes en las residencias de ancianos.
Los últimos datos recabados por Efe de fuentes de la Junta indican que la pandemia de coronavirus registra al menos 41 ancianos fallecidos y 80 infectados en las 665 residencias de mayores entre públicas y privadas que hay en la comunidad.
Los datos suponen que de momento uno de cada cuatro fallecidos en Andalucía por la pandemia son internos de estas residencias, ya que la comunidad ha registrado 134 muertes derivadas de la infección por el virus Covid 19.
En las residencias de mayores andaluzas están ingresados alrededor de 45.000 mayores que están asistidos por unos 24.500 profesionales.
El presidente de la FOAM cree que los geriátricos "no son espacios preparados para atender este problema tan importante", donde además las plantillas de trabajadoras y trabajadores son las mismas que antes de esta crisis.
En este sentido, propone que se destinen a los mayores infectados por el coronavirus espacios como residencias de estudiantes o centros de mayores que aún no se ha puesto en funcionamiento para "aislar" a estas personas.
El Gobierno andaluz prepara cuatro centros medicalizados para mayores en las provincias de Cádiz (La Línea de la Concepción), Granada, Sevilla y Málaga, que serán utilizados como refuerzo de las residencias.
También se dota de un banco de recursos de edificios y empresas que puedan prestar servicios para estar "preparados" ante posibles eventualidades en residencias, en las que se dispondría de "todos los medios profesionales y materiales que sean necesarios".
Las medidas son "positivas, pero insuficientes y llegan tarde", sostiene Martín Durán, que recuerda que su organización las viene pidiendo desde hace días y que los centros medicalizados para los mayores debe hacerse extensivos a las ochos provincias andaluzas y no solamente a cuatro para ofrecer una "respuesta integral" al problema.
La falta de recursos, la ausencia de seguridad y protección sanitarias adecuadas en las residencias son otras de las quejas de la Federación de Asociaciones de Mayores.
"Las mascarillas, la batas protección y las pruebas de detección rápida que se anuncian desde las administraciones están llegando a muy pocos sitios", asegura Durán, que recalca la necesidad de hacer la prueba de detección a todos los residentes y trabajadores de los centros de mayores.
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