Observar aves que están o pasan cerca de casa es una buena alternativa para mitigar el tedio del confinamiento por la pandemia del coronavirus, como ya hacen casi seiscientos ornitólogos, que comparten sus avistamientos en el grupo de Facebook "Aves desde casa COVID-19".
Perdida, quizá irremediablemente, la primavera al aire libre, los pajareros recluidos practican ahora su entusiasmo ornitológico desde las ventanas, balcones o terrazas de su casa, y animan a hacerlo a quienes buscan un antídoto al cansino confinamiento.
La migración primaveral de África a Europa, que estos días siguen decenas de miles de aves por cielos españoles; el comienzo del periodo de cría, que muestra los cantos y comportamientos más atractivos de muchas especies, y la mayor cercanía de los pájaros, ahora mucho más confiados por la ausencia de actividad humana, aumentan las posibilidades de éxito para descubrir aves desde el hogar.
Daniel López-Velasco, uno de los mejores guías ornitológicos de España, lanzó la idea en su página de Facebook el 15 de marzo, veinticuatro horas después de la declaración del estado de alarma: “¿Quién se une al reto de ver y/o escuchar el máximo número de especies posibles desde nuestra vivienda durante el confinamiento y compartirlo por aquí cada vez que veamos algo nuevo?”.
Y este martes ya son casi seiscientos los inscritos en el grupo de Facebook "Aves desde casa COVID-19".
En su opinión, este pajareo domiciliario puede ser “una buena forma de combatir el aburrimiento y la imposibilidad de salir al campo” y está convencido de que quien lo practique siempre verá “alguna cosa interesante”, aunque sea "un simple gorrión, que puede darte una alegría”
Para dar ejemplo, López-Velasco comenzó su lista con 47 especies de aves en un solo día.
Médico de profesión, lleva diez años guiando viajes ornitológicos por todo el mundo, pero el coronavirus ha cancelado todas sus salidas hasta octubre.
“Sufro un parón absoluto en la casa donde me crié, en el pueblo costero asturiano de Salinas, donde de niño me gustaba mucho ver aves y llegué a descubrir, con diez años, una collalba desértica, un acontecimiento ornitológico en España”, explica a Efe.
DESCUBRIR LA NATURALEZA
La reclusión en esta casa le ha devuelto sus recuerdos de infancia y le ha animado a aprovechar el confinamiento para que los pajareros compartan avistamientos y para que los no iniciados descubran el apasionante mundo de la ornitología, “en especial", remarca, "en familia, para que los padres enseñen a sus hijos el valor de la naturaleza, con una buena actividad para superar el aislamiento”.
“Todo el mundo puede ver aves una hora o dos al día; no hace falta vivir en Doñana, sólo en Madrid se pueden ver cincuenta especies diferentes y abril es el mejor mes para observar aves en España; cualquier persona podría engancharse y si gracias a esto estamos abriendo los ojos a todo el mundo, pajareros o no pajareros, eso que ganamos mientras no hacemos otra cosa”, sentencia.
López-Velasco, quien presiente que volverá a reciclarse como médico en breve, dada la evolución del coronavirus, propone otra iniciativa, poco conocida casi en España pero más común en muchos países: grabar cantos de aves con el móvil en el jardín o con una grabadora toda la noche e identificarlos posteriormente con un programa de ordenador.
Antonio Sandoval, otro acreditado ornitólogo y escritor, autor del ya famoso libro “¿Para qué sirven las aves?”, comparte la iniciativa de López-Velasco y explica a Efe que no hay que ser un experto para disfrutar de las aves, actividad que recomienda en tiempos de confinamiento.
GIMNASIA VISUAL
“Lo recomiendo totalmente por muchos motivos: el primero, para hacer gimnasia de los músculos oculares, porque estamos muchas horas mirando, muy de cerca, los móviles o los ordenadores, o leyendo, y para ello es genial el ejercicio de ver aves a distancia”, destaca.
Además, recuerda que al asomarnos a la ventana “estamos recibiendo aire fresco y, si nos da el sol, vitamina D, que nos hace mucha falta en estas horas de encierro”.
Y también aconseja ver aves “por el hecho de disfrutar de ellas, que siempre es una delicia y nos ayuda, sobre todo a los que vivimos en territorios urbanos, a abstraernos de este ámbito de figuras geométricas de edificios y ventanas, y poder ver fauna en movimiento”.
El avistamiento casero de aves, que sorprende agradablemente a quien lo descubre, según Sandoval, es igualmente “una manera de evadirnos de ese exceso de información que estamos recibiendo todo el día, del teletrabajo y de disfrutar de la naturaleza”.
“Miramos por la venta y, de repente, empiezan a pasar cosas; pensábamos que no pasaba nada y pasan gorriones, estorninos o gaviotas, o vemos la cría de palomas o, si tenemos suerte, un nido de cigüeña”, asevera.
En su opinión, esta ornitología hogareña supone, además, “una oportunidad para reconciliarnos con la naturaleza y para descubrir que observar aves es mucho más divertido de lo podíamos imaginar, motivo por el cual en tantos países es una afición que mueve a millones de personas”.
Y como buen cumplidor de lo que predica, Sandoval suma ya 25 especies diferentes vistas desde su ventana en A Coruña, con un récord de veinte en un solo día.
"Aves desde casa COVID-19" no es la única iniciativa ornitológica frente al tedio del coronavirus. #Avesdesdecasa y #QuedateEnElNido también agrupan a los pajareros en las redes sociales y mantienen viva su pasión, a la espera de volver a salir al campo.
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