Andalucía dejará de percibir unos 6.000 millones de euros por la caída en picado del turismo, lo que provocará un descenso del PIB y obligará a la Junta a diseñar un plan de acción para aliviar la crisis económica que se prevé. El vicepresidente andaluz, Juan Marín, ha indicado este lunes que la temporada alta turística está “ya perdida” debido a un parón que supondrá una caída “prácticamente del 30%” de la facturación anual.
La cifra de impacto económico ya está definida: 6.000 millones de euros. Lo ha adelantado Marín en una entrevista en Canal Sur, en la que ha recordado que el turismo en Andalucía representa una aportación de más de 22.000 millones de euros al PIB, y que el sector emplea a 460.000 personas. “Todo está parado”, ha lamentado.
La esperanza para el sector turístico es que lo antes posible se ponga freno al virus del coronavirus y que lo antes posible pueda reactivarse la economía. “Pero si hablamos de temporada alta, ya está perdida en algunas ciudades, como Córdoba, al estar concentrada en los meses de primavera”, de manera que no en todas las provincias se recuperará el turismo “al mismo ritmo”, ha explicado. Córdoba, más allá de la Semana Santa, tendría en escasas semanas celebraciones como los patios y las cruces.
Sin embargo, hay otros destinos turísticos de Andalucía que podrían recuperarse a corto plazo. Son aquellos de sol y playa o incluso de interior. El vicepresidente andaluz ha recalcado que “de cara a las campañas de septiembre, octubre y noviembre podrían recuperarse destinos”.
Los daños en el sector turísticos, ha avanzado, serán “importantísimos”. Por ello, desde el Gobierno andaluz se reforzará un plan de acción para 2020 en función de distintos escenarios.
Por un lado, en un primer momento, recuperar el mercado andaluz y nacional, ya que el 67% de los turistas que llegaron a Andalucía en 2019 fueron nacionales. “Ahí es donde tenemos que centrar los esfuerzos y recuperar la confianza de los turistas una vez pase esta crisis sanitaria”, ha afirmado Marín.
El segundo escenario pasa por atacar el mercado internacional, que, a su juicio, “costará un poco más”, y que significa el 27% de la facturación total, aunque en zonas como la Costa del Sol el mercado alemán en verano es “muy importante”.
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