Fiestas de invierno y primavera

En Cataluña, su Generalitat, está gobernada por un tripartito desconocido para la mitad de la población, según las encuestas, al igual que la mayoría no sabía que CiU son dos partidos , lo que demuestra que los catalanes no están muy preocupados por sus políticos .

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En Cataluña, su Generalitat, está gobernada por un tripartito desconocido para la mitad de la población, según las encuestas, al igual que la mayoría no sabía que CiU son dos partidos , lo que demuestra que los catalanes no están muy preocupados por sus políticos .


Los problemas de los catalanes son de otra índole: desempleo, terrorismo, inmigración e inseguridad ciudadana. No está por tanto entre las primeras, si es que existe esa preocupación, el cambiar sus tradiciones casi, o sin casi, milenarias, como son las referencias religiosas, variando algunos nombres y sustituyéndolos por otros: ahora los catalanes, adultos y niños ya no tendrán vacaciones de Navidad o Semana Santa, simplemente “de invierno o primavera”, a imitación clara de las campañas de las grandes superficies.
Ésta es la propuesta que el Consejo Escolar de Cataluña ha enviado al Ejecutivo catalán.

Este proyecto se quiere camuflar con el traje de la modernidad y el progreso “ya que sería un primer paso hacia una distribución más racional de los períodos lectivos y de descanso”.

Esta reforma me recuerda el calendario republicano francés propuesto por su Convención Nacional y que intentaba adaptar el mismo al sistema decimal y eliminar las referencias religiosas y que fue adoptado en 1793.
En el calendario republicano, los años siempre empezaban en el equinoccio de otoño, tenía 12 meses de 30 días cada uno. Los meses se dividen en tres décadas de 10 días. (Desaparecen las semanas).

No coinciden exactamente con los meses del Calendario Gregoriano, al empezar siempre la cuenta de los meses con el inicio astronómico de las Estaciones. Tal y como se hace también con el Zodiaco griego.
Los nombres de los meses adoptan denominaciones de fenómenos naturales y agrícolas: Vendémiaire, Brumaire, Ventose y Germinal.

El calendario fue abolido por Napoleón por los problemas comerciales que suscitaba en las relaciones con las otras naciones, el rechazo que tenía entre los trabajadores porque una semana de diez días les quitaba descanso (uno de cada 10 en vez de uno cada 7).

Los equinoccios y solsticios son fechas móviles y difíciles de acoplar en el calendario republicano, lo que era una increíble fuente de confusión) y porque era incompatible con los ritmos seculares de las ferias y los mercados agrícolas.

De forma similar a como Napoleón tuvo que arreglar los estropicios que la Convención republicana había realizado en el calendario y para ello tuvo que volver al tradicional o gregoriano que encajaba mucho mejor con los usos de siempre porque era más práctico.

Resultaba más fácil ajustar los festivos para el mundo mercantil y fabril, a los descansos laborales y a los ritmos del comercio y las ferias.

El tripartito tendrá que rectificar. La cuestión estriba en que una vez que se hayan las implantado las fiestas de invierno y primavera y se quieran suprimir las celebraciones religiosas, a la Generalitat le queda una tarea complicada.

¿Cómo encajar el día dedicado a Sant Jordi, colocar los caganets sin portales o celebrar las monas de Pascua? Y sobre todo ¿cómo cuadrar todos esos intereses contradictorios sin perjudicar los intereses de los trabajadores y de los comerciantes? Posiblemente el Gobierno de la comunidad autónoma tendrá que dar macha atrás, si no quiere tener un gran desgaste electoral."

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