La crisis sanitaria tendrá unas consecuencias económicas “morrocotudas”. El secretario técnico del Colegio de Economistas, Javier Fernández, advierte de que los efectos de la pandemia ya se están notando. El sector de la piel, en Ubrique, ha sido de los primeros en resentirse, dadas las intensas relaciones comerciales con Italia, uno de los países más afectados por el coronavirus.
Airbus ha planteado, por su parte, recortar la producción del A330, lo que perjudicaría, de entrada, a la fábrica de Puerto Real, y Navantia ha reprogramado los trabajos de reparación previstos en su factoría de Cádiz y paralizado su actividad.
El puerto de Algeciras también ha reducido sus expectativas a corto plazo. El presidente de la Autoridad Portuaria (APBA), Gerardo Landaluce, apuntó esta semana que el tráfico de mercancías se verá ralentizado en marzo y especialmente en abril ante la pérdida de entre un 15% y un 20% de capacidad de transporte en las líneas marítimas con Asia.
El puerto de Cádiz, por su parte, perderá solo en los quince días en los que se prevé inicialmente que dure la declaración del estado de alerta un total de diez cruceros, en torno a 18.000 visitantes y un millón de euros en beneficios para la hostelería y el comercio. Fernández advierte que el turismo se verá especialmente perjudicado. La actividad, que supone un 15% del PIB, podría recuperse de cara al verano, pero el tiempo apremia y la evolución de la pandemia no tranquiliza.
El Palacio de Congresos de Cádiz ha aplazado los eventos previstos en los meses de marzo y abril. Los pisos turísticos, según propietarios consultados, también vieron canceladas todas las reservas hasta Semana Santa, antes incluso de que Pedro Sánchez anunciara el estado de emergencia.
“Si vamos a sufrir, sufrir y sufrir, lo mejor es cerrar cuanto antes”, declaraba este viernes Antonio de María, presidente de Horeca, quien aseguraba que “el sector quiere cerrar cuanto antes mejor” dada la situación. “Antes que empresarios somos ciudadanos. Tenemos que mirar por la salud”, agregaba, al tiempo que expresó su esperanza en que la situación mejore para Semana Santa. Aunque no salgan los pasos a la calle, De María confía que, especialmente las parejas entre 25 y 45 años, vengan a la provincia.
Si para entonces recobramos la libertad de ciruclación. Aunque no tiene claro de qué manera sortearán los daños económicos del cese de actividad. Una preocupación que comparte el portavoz del Colegio de Economístas y el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA). Lorenzo Amor apuntó al Gobierno central, al que reclamó que garantice a los trabajadores por cuenta propia la “prestación por cese de actividad”.
Amor advirtió de que los autónomos se están quedando en paro ante el avance de los contagios y planteó que el Consejo de Ministros del próximo martes “lleve esta medidas junto a otras como que puedan cuidar a los hijos o dependientes sin tener que pagar la cotización a la Seguridad Social”. El máximo responsable de ATA, que se mostró seguro de que “esta batalla la vamos a ganar”, envió “ánimo y fuerza” al personal sanitario y le agradeció los esfuerzos que están haciendo, insistió en que “el Gobierno no puede dejar en la cuneta a los autónomos”.
“Estamos en una situación de alarma, en un momento extraordinario y hay que tomar medidas excepcionales”, remarcó. Al punto de que propuso “suspender la cotización a la Seguridad Social de las empresas y la cuota de autónomos durante los dos próximos meses”. “A ingresos cero, cotización, cero”, resumió.
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