María Galiana, Clara Grima, Sara Serrat y Victoria Gegih luchan día a día por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Una actriz, una científica, una deportista de élite y una jornalera, respectivamente. El ejemplo de estas mujeres rompe el molde social impuesto a lo largo de la historia y trabajan conscientemente en favor del movimiento de igualdad de derechos. Ellas contribuyen a inspirar la transformación moral y cultural de la mujer en cada una de sus profesiones, cada cuál más diferente.
María Galiana
Sevillana, 84 años y afincada en Madrid. Tuvo la suerte de estudiar Filosofía y Letras e Historia, trabajó como profesora en diferentes centros educativos de Sevilla y desde el año 2000 es una referente del mundo del celuloide. Muchos la conocen por su papel de Herminia, en la serie Cuéntame cómo pasó. Recibió un Goya a la Mejor Actriz de Reparto por la película Solas. María Galiana atendió a este diario poco antes de subirse a las tablas del Teatro Español de Madrid en la obra Diálogo del Amargo, inspirada en Federico García Lorca.
“He luchado siempre por la igualdad. Hace 20 años me vine a Madrid a vivir y me acompañó mi marido, lo normal es que hubiera sido al revés, ¿no?”, dice la popular actriz, quien añade que “de 50 años para acá sí he visto muchos avances en materia de género y la sociedad ha avanzado conceptualmente. La mujer está saliendo del error que era depender económicamente del marido”, una situación “de la que el hombre se aprovechaba”. “Antes era muy común que la mujer estuviera en casa y cuidara de los hijos, mientras que el hombre se pasaba el día trabajando”, confiesa.
Galiana pide a la mujer joven que “tenga como meta trabajar y depender de sí misma” para que pueda ser “libre”. Ese fue su lema durante décadas para ir rompiendo techos de cristal. Ella pudo estudiar, trabajó de lo que se había formado y, con los años, tuvo la interpretación como meta y lo consiguió. Es una de las actrices más exitosas en cine, teatro y televisión.
Clara Grima
Tiene 49 años, de la localidad sevillana de Coria del Río y una de las científicas y divulgadoras más importantes de España. Esta misma semana recibió el Premio Meridiana, que reconoce el trabajo de personas, colectivos o instituciones en la defensa de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Desde su parcela, Clara Grima siempre ha mostrado su compromiso activo y permanente para combatir la desigualdad y trata de impulsar medidas para que las mujeres tengan mayor cabida en la ciencia. Es profesora de Matemáticas y habitual contertulia televisiva en medios nacionales. Grima denuncia a este diario que “la mujer siempre ha tenido el rol del cuidado de la casa y de la familia” y que cuando se sumergió en el mercado laboral “se sentía culpable por estar lejos de casa”. Se trata de un “problema cultural” por culpa de un patriarcado que “se ha alargado en el tiempo” y que ahora parece que la sociedad “empieza a despertar”. “No podemos dar ningún paso atrás ahora que la sociedad parece que ha detectado el problema”, comenta. Es más, ella como profesora invita a las mujeres jóvenes a que “hagan en la vida lo que quieran porque pueden ser lo que ellas quieran”. A su mundo, el de las matemáticas, “le faltan referentes” para conseguir que más mujeres “estudien ingenierías”.
Sara Serrat
“Desde mi trabajo me gusta reivindicar el papel de la mujer deportista”, asegura Sara Serrat, portera profesional del Sevilla FC, internacional con la Selección española y con varios cientos de partidos en la élite nacional. Es onubense, tiene 24 años y lucha por la “brecha existente entre el fútbol masculino y el femenino”. Su pasado estuvo cargado de estereotipos. Hasta hace pocos años sufría insultos como “machorra” por jugar al fútbol, un deporte que parecía que sólo podía practicar el hombre. “Cada día, por fortuna, se vive menos esa situación pero todavía los hay que ven raro que una mujer juegue al fútbol”, dice. El fútbol femenino se va profesionalizando poco a poco pero “hasta hace unos años el fútbol para una mujer era un hobby en vez de un oficio”, explica Serrat, quien añade que “la sociedad ha avanzado pero siguen existiendo muchos aspectos en los que quieren que las mujeres estén por debajo”. Por ello, “todos los derechos que las mujeres hemos conseguido no se pueden tirar por la borda por ideologías de antaño que están volviendo a renacer”.
Victoria Gegih
Nació en Rumanía, pasó por Italia y desde el año 2003 vive en la provincia de Huelva. Es temporera y trabaja todo el año en la empresa Fres Coral de Palos de la Frontera. “El trabajo en el campo es duro porque se está al pie del cañón haga frío, calor o llueva”, dice Victoria Gegih, quien se considera feminista y lucha para que no haya desigualdades sociales, sobre todo en un oficio tan castigado por la temporalidad. Ella es una más de las miles de mujeres que trabaja en plantaciones agrícolas lejos de sus casas para salir adelante. Todas las entrevistadas coinciden en que se han dado pasos adelante en materia de igualdad pero que todavía queda un largo trecho para que sea efectiva. El techo de cristal, la brecha salarial y la violencia de género, retos de la sociedad del siglo XXI.