Microsoft obtiene buena parte de sus ingresos de áreas tan dispares como las consolas de videojuegos o las búsquedas en la red, pero su destino sigue muy ligado a la venta de PC y del sistema operativo Windows, cuya última versión, Windows 7, se presentó oficialmente el jueves.
“Esperamos que los ingresos de la división Windows se mantengan en línea o ligeramente por delante del crecimiento general del mercado de PC”, dijo ayer Bill Koefoed, responsable de relaciones con los inversores de Microsoft en una conferencia con analistas tras la presentación de resultados.
Koefoed reconoció que la principal incertidumbre seguirá siendo “el ritmo de crecimiento en la venta de PC para empresas”, pero añadió que “ven potencial” de que esta tendencia cambie a comienzos del próximo año.
Las ventas mundiales de PC se recuperaron tímidamente entre julio y septiembre tras caer durante todo el ejercicio anterior, pero la industria se encuentra ahora más débil que hace un año debido a que consumidores y empresas han pospuesto sus compras de ordenadores.
Microsoft se vio obligada a realizar los primeros recortes de personal a gran escala de su historia el pasado enero y, por primera vez desde que salió a bolsa en 1986, sus ingresos cayeron respecto al año anterior.
Ventas de ‘netbook’
En los últimos tres meses, las ventas de PC se han beneficiado principalmente de la popularidad de los netbook, portátiles de bajo precio y funciones básicas que son menos rentables para Microsoft porque funcionan con versiones antiguas de Windows.
Koefoed dijo en la conferencia con analistas que la compañía espera que las ventas de netbooks se estabilicen durante el próximo año.
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