“Musa, la máscara apresta,/ ensaya un aire jovial/ y goza y ríe en la fiesta/ del Carnaval./ Ríe en la danza que gira,/ muestra la pierna rosada,/ y suene, como una lira,/ tu carcajada./ Para volar más ligera/ ponte dos hojas de rosa,/ como hace tu compañera/ la mariposa (…) Piruetea, baila, inspira/ versos locos y joviales;/ celebre la alegre lira/ los carnavales”. Así de vivaz y animoso se mostraba Rubén Darío en su “Canción de Carnaval”, y, a buen seguro, que así de bulliciosa y placentera será de nuevo este año tan singular celebración.
Fiel a su cita, y siempre antes de dar inicio a la Cuaresma cristiana, el carnaval se cuela por las calles, por las casas, por las escuelas… y reviste de alegre cromatismo todo aquello que toca. Aunque sus orígenes parece que se remontan a 5000 años atrás -en la Sumeria y el Egipto antiguos-, su tradición y sus costumbres siguen aún latentes en Europa y América.
Y, claro que, para los más pequeños, el carnaval es un acontecimiento lleno de diversión. Por eso, la literatura infantil hace tiempo que se ha nutrido de este festejo para alumbrar muy distintas creaciones. Ahora, la editorial la Galera publica dos volúmenes que invitan a sumergirnos entre sus pintorescas páginas.
El primero de ellos es el “Carnaval” que propone Anna Canyelles, un lúdico viaje donde niñas y niños se lo pasan en grande. “Murgas, comparsas, desfiles/ juerga de cientos y miles,/ pregones y carruseles, diosas, reinas y oropeles./ ¡Já, Já, el carnaval empezó ya!/ Por ahí va Caperucita,/ la acompaña su abuelita./ También hay un mosquetero/ abrazado a un bombero./ ¡Jé jé! Yo también estaré”. Y tampoco faltará Alberto vestido de pirata, ni Teresa convertida en Cenicienta, ni Lucía con su varita mágica de Hada buena . Las vivas y expresivas ilustraciones de Roser Calafell complementan un libro editado en formato de cartón y con letras mayúsculas para facilitar a los más pequeños su aprendizaje lector.
Por otra parte, “Carnaval en el zoo” es una original historia creada por Sophie Schoenwald (1980). La escritora alemana sitúa esta narración en un zoológico muy especial donde los animales han decidido celebrar el carnaval por su cuenta. El barón de León ha propuesto que cada uno se transforme en el animal que siempre ha querido ser, de modo que, ahora, la jirafa es la jirafante, el elefante es un elejorro y puede volar como un abejorro, el pingüino es un logüino, y le gusta tomar el sol como a los loros…. Y, entre tanto, el director del zoo y su ayudante, el erizo Ernesto Mentolado deberán poner un poco de orden en mitad de todo este festivo alboroto.
Las coloridas y cálidas ilustraciones de Günther Jakobs ayudan a celebrar junto a estos originales animales un carnaval emocionante y distinto.
Ya sólo queda, pues, disfrutar lo más posible y seguir los consejos del citadoRubén Darío: “Mueve tu espléndido torso/ por las calles pintorescas,/ y juega y adorna el Corso/ con rosas frescas (…) Penas y duelos olvida,/ canta deleites y amores/ busca la flor de las flores/ por Florida”:
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