La Junta entregará sus primeros pisos para jóvenes en noviembre

La adjudicación de estas viviendas de intramuros se realizó en octubre del año pasado

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  • Botica 6 y 8 sigue sin ser habitada. -
  • Dos agraciados de los 23 han tenido que renunciar a la casa por distintos motivos
Los adjudicatarios de los 23 pisos para jóvenes de la Junta de Andalucía podrán recibir sus llaves, al fin, el próximo mes. La Delegación provincial de Vivienda ultima ya toda la documentación pertinente para proceder a una entrega que está tardando más de lo esperado en un principio.

La Administración autonómica pretendía evitar el retraso en el que solía incurrir el Ayuntamiento con sus promociones de pisos protegidos. Por eso, decidió aguantar el sorteo de estas casas --distribuidas entre los números 6 de Obispo Urquinaona, 12 de Teniente Andújar y 6-8 de Botica-- hasta haberlas construido completamente. Sin embargo, diversos impedimentos han dificultado este objetivo, demorando el proceso algo más de un año.

El principal escollo ha radicado en las trabas de las entidades financieras a la hora de conceder créditos hipotecarios. Esto motivó la mediación de la propia Junta que, durante varios meses, ha negociado con las cajas de ahorro y bancos para que la mayoría de los agraciados no tuviera que renunciar al sueño de adquirir una vivienda en propiedad por unos precios muy por debajo al existente en el mercado libre (oscilan entre los 39.114 y 67.110 euros).

Este problema llegó a afectar al 30% de los jóvenes seleccionados entre los 1.766 aspirantes que concurrieron a la convocatoria. Pero sólo dos personas se han quedado sin la casa asignada. Además, hay que señalar que únicamente una la ha perdido por la imposibilidad de recibir un crédito. El otro descarte responde a un cambio de las circunstancias familiares con respecto a las condiciones establecidas en las bases del concurso. Y ambas vacantes, obviamente, ya se han cubierto a través de la lista de reserva.

Otras dificultades
En cualquier caso, el de las hipotecas no ha sido el único inconveniente al que se ha enfrentado la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico en este tiempo. La delegada provincial de Vivienda, Silvia López, también culpa en parte al Ayuntamiento por la “lentitud” en la tramitación de los permisos necesarios para habitar los tres inmuebles.

Según la responsable autonómica, el Consistorio les ha impuesto “varios requisitos extravagantes”. El soterramiento del cableado en Obispo Urquinaona, 6 representa, a su juicio, el ejemplo más claro de esta situación. “Cada vez que le pedíamos autorización para abrir una zanja en la calle nos lo denegaban escudándose en las distintas festividades de la ciudad como los Carnavales o la Semana Santa”, asegura López.

No obstante, la delegada reconoce también errores imputables a la propia Junta de Andalucía, como la mala división horizontal realizada en Botica, 6-8. Allí se detectaron más de una incorrección en las mediciones de los pisos, con lo que hubo que repetir este trabajo nuevamente.

Sea como fuere, todas estas adversidades han pasado ya a la historia. Eso al menos sostienen en el departamento dirigido por Silvia López, donde afirman que, ahora sí, se encara la recta final de este camino no exento de complicaciones. El único paso pendiente sería otorgar la calificación como vivienda protegida. Un cometido que esperan resolver en “dos o tres semanas como mucho”. De ahí que la entrega de los pisos se contemple para la primera quincena de noviembre.

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