Spanish coffee

Los 5.953 de ERC

Le llaman mesa de negociación, pero es, en realidad, una mesa de rendición

Publicado: 02/12/2019 ·
10:21
· Actualizado: 02/12/2019 · 10:21
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Autor

Juan Miguel Becerra Vila

Doctor en Pensamiento y Analisis Político. Consultor electoral y Director de SW Demoscopia

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Spanish coffee es un blog en el que el autor analiza la actualidad política del panorama nacional

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Este jueves Esquerra Republicana de Cataluña consultó a sus militantes sobre la investidura de Pedro Sánchez. La pregunta podría ser donada a la Facultad de Políticas de la Complutense para su estudio en algún simposio de esos que duran una semana. Su literal era este:“¿Está de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?”. Resulta encantador comprobar como un partido de izquierdas pretende romper con el resto de los trabajadores y clases populares de su Estado para quedarse con su concepto de patria y con parte de los trabajadores más ricos de España. Nada más rancio ni peligroso que una bandera recién planchada en manos de los que creen en la superioridad moral de su raza, etnia o linaje. Pretenden igualar al Estado con la Generalitat es aberrante y es consecuencia de la barra libre autonomista iniciada por nuestros constituyentes y posteriormente impulsada por los gobiernos del PSOE y del PP. La autonomía administrativa de los territorios que conforman este país ha demostrado sus bondades, pero la autonomía política solo ha sido usada como palanca de ruptura por los territorios gobernados por élites con ínfulas de superioridad racial y económica. No nos engañemos más, se llama racismo. El mismo de Donald Trump contra los hispanos, el mismo de todas esas élites que controlan el discurso público y que discriminan sibilinamente entre nosotros y ellos usando la lengua o la medida de la sien y ocultando la razón económica. Veamos solo tres argumentos:

  1. Somos el segundo país más descentralizado de Europa tras Suiza. ¿Hasta dónde es necesario llegar?
  2. El PIB per cápita de Cataluña es el 110% de la media de la UE. Si Cataluña estuviese en Francia sería la segunda región más rica solo por detrás de la región de París.
  3. En Galicia hablan el galego como lengua habitual el 51% de los gallegos. En Cataluña hablan como lengua habitual el catalán solo el 36% de los catalanes. En el País Vasco el euskera solo es habitual entre el 13% de los vascos. Galicia no es independentista, solo es bastante más pobre.

Y si estamos así también es culpa de la sacrosanta transición. Un acuerdo trazado con los nacionalistas y que menospreció la igualdad de todos los españolesdiseñando esa España de las dos velocidades, una metáfora poética para aliviar la gran mentira que suponía dividir el país entre ricos y pobres. Dándole a los más ricos autogobierno y hacienda propia – sí, eso ya sé que la tenían antes, pero como pago por ser más monárquicos que el propio rey- y a los demás unos Parlamentos sin apenas instrumentos fiscales o lo que es lo mismo, un vaya usted a Madrid a pelear lo que no pueda conseguir por estar en el mismo país que vascos y catalanes.

Un país claustrofóbico para unos independentistas mucho más ricos que la media del resto de españoles. Un país donde los demás están demasiado ocupados en emigrar a Madrid para encontrar un mejor trabajo o sencillamente un trabajo y no tienen tiempo para sacar banderas, a veces ni las de su equipo de fútbol. Pues ese país de casi 47 millones de habitantes ha quedado en manos de 5.953 militantes de Esquerra Republicana de Cataluña y estos han decidido que el Estado debe sentarse a negociar con sus jefes. Con los que llevan queriendo romper la igualdad y la solidaridad de los que tienen y de los que no, todo por una maldita bandera. Le llaman mesa de negociación, pero es, en realidad, una mesa de rendición. Pretenden nuestra rendición como subalternos de su idea de patria, hacernos cómplices de una diferencia intrascendente basada en la lengua, y volver a quedarse con su parte de solidaridad, con su dinero. A eso le llaman soberanismo, pero solo es una construcción artificial de las élites económicas y culturales, de los que quieren su parte completa en este proyecto común llamado España.A pesar de tener miles de motivos nunca he visto a un andalucista obligando al Estado a sentarse en una mesa de negociación. Normalmente todos los que consiguen eso son afiliados de ERC.  Lo dicho.

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