El Encuentro Andaluz de Mujeres Gitanas, celebrado esta semana en Granada, ha servido para que los representantes sociales e institucionales que han participado en él apelen a la implicación del hombre gitano en la incorporación y emancipación plena de las mujeres de esta etnia, al considerar imprescindible su participación en este “paso trascendental”.
La emancipación plena de las mujeres “tiene que llegar también de la mano de los varones”, según sostuvo la consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro. “Las mujeres gitanas no pueden estar esperando a que los hombres les den permiso”, agregó Navarro, para quien los varones deben ser conscientes de que también ellos tienen que modificar costumbres y conductas diarias propias del colectivo gitano para que la situación de ellas en cuanto a su integración en la sociedad cambie.
Navarro, para quien ninguna tradición cultural debe ir en contra del desarrollo personal o la incorporación social y laboral, citó de entre las costumbres del pueblo gitano con las que habría que acabar la de que las niñas dejen de ir al colegio a partir de los 12 años.
Colectivos gitanos admitieron que siguen asumiendo determinadas costumbres ligadas a su cultura que impiden o dificultan en el día a día la participación social de las gitanas en igualdad de condiciones con respecto al resto de las mujeres.
En el encuentro, en el que también participó la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas (Fakali), se puso de manifiesto no obstante el avance que se ha producido en los últimos años en cuanto a la presencia de las mujeres gitanas en todos los ámbitos de la vida pública.
La puesta en marcha de programas europeos entre este colectivo ha permitido además en los últimos tiempos la formación laboral de más de un centenar de mujeres gitanas residentes en la comunidad andaluza.
La consejera garantizó el respaldo y apoyo institucional a las mujeres gitanas en su progresiva incorporación y emancipación social, aunque no bajo la tutela de la administración. “No se puede tutelar a ningún colectivo porque si no, tarde o temprano terminan perdiéndose en el camino”, manifestó.
La colaboración de la Administración, dijo, irá dirigida a reforzar las costumbres gitanas que benefician al colectivo y a erradicar poco a poco, con la ayuda de las asociaciones, las que dificultan el desarrollo personal y laboral de esta población.
No ha sido éste el único acto organizado esta semana coincidiendo con el Día de los Gitanos Andaluces. También Granada acogía unas jornadas conjuntas entre el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) y el Defensor del Pueblo Andaluz, en las que el presidente del CAA, Juan Montabes, pedía la declaración del 2009 como “Año del Pueblo Gitano en los Medios Audiovisuales de Andalucía”, manifestando que intentará lograr el compromiso de los medios de comunicación en la difusión de una imagen más real y alejada de tópicos y estereotipos de este grupo.
Estas jornadas suponían el tercer encuentro entre el Consejo y el Defensor del Pueblo Andaluz desde el convenio firmado entre ambas instituciones con el fin de reflexionar y elaborar conclusiones en torno al tratamiento en los medios audiovisuales de colectivos necesitados de especial protección.
En la inauguración, Juan Montabes aseguró que, “aunque los medios andaluces son una galaxia”, los de titularidad pública reflejan el pluralismo existente pero, “al igual que ocurre en la sociedad”, padecen una “inercia” que contribuye al “reforzamiento” de los tópicos, por lo que pidió una “esfuerzo” para que lo que se traslade a la audiencia sean las “riquezas” y los “matices” de las distintas comunidades existentes.
Por su parte, el Defensor del Pueblo, José Chamizo, incidió en que en los medios se traslada una imagen negativa y no positiva de la comunidad gitana, “que es una comunidad más que emergente que no debe ser relacionada con chabolismo”. Aunque reconoció que dentro del ámbito de exclusión social se puede situar parte del pueblo gitano, instó a “ponderar” los aspectos positivos y la aportación de la cultura gitana a la andaluza. Así, recordó que la “multiculturalidad” en la época contemporánea comenzó con el pueblo gitano, “cosa que olvidamos porque tenemos una memoria histórica complicada”.
El director del Instituto de Cultura Gitana, Diego Luis Fernández, insistió en la idea de que “gran parte de la brillantez que tiene Andalucía y España procede en parte de los gitanos”, por lo que hizo un llamamiento a los medios para que éstos emitan una “imagen real, no marginal” de este pueblo.
Hace un año, el CAA creó un Comité Mixto con las Organizaciones Gitanas Andaluzas para la declaración del año 2009 como el “Año de la Comunidad Gitana en los Medios Audiovisuales”. Con esta petición de declaración, el Consejo Audiovisual de Andalucía pretende conseguir que los profesionales del sector audiovisual presenten una imagen “más real y menos estereotipada” de la comunidad gitana contribuyendo al refuerzo de la identidad del pueblo andaluz, su diversidad cultural y su cohesión social.
Al mismo tiempo, se da un paso más en la labor que tiene encomendada de impulsar los valores de tolerancia, igualdad, solidaridad y respeto a la dignidad humana. En este sentido, el CAA ya ha llevado a cabo otras actuaciones entre las que destacan la Declaración con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial o la Declaración Institucional con motivo de la Celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano.
Con respecto a estos estereotipos, la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía (Amuradi) presentó a mediados de julio el libro, editado en cofinanciación con el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), La sociedad gitana en la prensa andaluza, un estudio de investigación que evidencia cómo desde los medios de comunicación se proyecta “todavía, después de seis siglos de convivencia”, una imagen estereotipada de la comunidad gitana.
La autora del proyecto, María Luisa Gallego, explicaba que en el análisis de los diez años estudiados de información en prensa “no se observa una evolución positiva, como debería ser en la sociedad de la información, sino más bien una creciente invisibilidad de los gitanos en los medios”.
Además de la pérdida de peso periodístico de la comunidad gitana, Gallego alertaba de que “los estereotipos han aumentado y el porcentaje de informaciones en las que la comunidad gitana aparece vinculada con la marginación, se eleva al 37% en 2004”, dato del que dedujo que el término “familia gitana aparece, por lo general, relacionado con casos de conflictos”.
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