Los ayuntamientos de El Ejido y de Alcolea, en la provincia de Almería, han declarado luto oficial en sus respectivos municipios por el crimen de Sergio, el menor de siete años que falleció este jueves presuntamente a manos de su madre, A.M.B.L., quien fue detenida en el núcleo ejidense de Las Norias de Daza a donde se había desplazado con el cuerpo del menor en su vehículo.
En su caso, el Ayuntamiento de Alcolea, donde residían los abuelos del menor y de donde son originarios los padres del niño, ha decretado tres días de luto oficial, con sus banderas a media asta y ha convocado un minuto de silencio a las 19,00 horas de este viernes. No obstante, frente al ayuntamiento se ha producido una concentración vecinal para condenar los hechos.
También ha guardado un minuto de silencio la corporación municipal del Ayuntamiento de El Ejido, donde el pleno ha declarado un día de luto oficial y la suspensión de los actos oficiales programados para esta jornada por "solidaridad, luto y condolencia hacia a ese padre, que lo está pasando realmente mal, y hacia la familia".
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora (PP), ha pedido que los hechos se esclarezcan. "Se tienen que aclarar para que no vuelvan a cometerse este tipo de crímenes tan atroces", ha indicado el primer edil, para quien hay que "actuar con inmediatez cuando se detecte riesgo" hacia los menores.
Tras el acto también se ha dirigido a los medios la edil de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de El Ejido, Almudena Martínez (Vox), quien ha reiterado que en el Ayuntamiento están "conmocionados ante este trágico suceso", por lo que ha trasladado su "pésame" a los familiares al tiempo que ha condenado "todo este tipo de violencia intrafamiliar".
Las muestras de luto y condolencia se unen las ya declaradas por el Ayuntamiento de Huércal de Almería, que en la tarde de este jueves declaraba tres días de luto antes de una concentración cercana a la vivienda de la detenida, en el barrio de Villa Inés, que fue registrada durante más de cinco horas por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y criminalista al sospechar que pudo ser el lugar en el que se cometió el crimen.
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