Los controles que a fecha de hoy aún se encuentras cerrados son Endocrino-Reumatología y Dermatología (28 camas), Lactantes (24 camas), Traumatología B (22 camas) y Cirugía Maxilofacial y Plástica (18 camas).
Todos ellos finalizaron sus obras, según los sindicatos, y fueron entregados por las empresas contratadas sobre el 15 de septiembre, hace ya casi un mes.
La prolongación de los cierres de camas, consultas y pruebas más allá del 30 de septiembre no tiene otra finalidad que la de seguir utilizando al personal sanitario y no sanitario de esas unidades para cubrir las necesidades de sustitución del resto del centro en unas fechas en las que el reducido presupuesto anual de contrataciones se ha quedado casi a cero. Se trata, por tanto, de una simple medida de ahorro sin ninguna justificación de carácter asistencial.
Desde un punto de vista asistencial, los cierres de camas en octubre representan una “inaceptable agravación” del sistemático cierre estival de camas que todas las direcciones “imponen” año tras año y cuyas principales consecuencias derivan en el incremento de las listas de espera, riesgo para la salud de los pacientes, aumento de la atención de urgencias o dificultades para ingresar en el hospital.
Finalmente recuerdan que esta situación motiva los llamados ingresos ectópicos, en unidades distintas a las que se va.
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