Los alumnos deben tener una alimentación de calidad, donde primen los alimentos frescos, con más pescado y fruta y menos rebozados y productos lácteos, y se debe cocinar en los propios colegios para acabar con las llamadas "líneas frías" que sirven grandes empresas y convierten los comedores en "comederos". Lo ha exigido este miércoles la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), mayoritaria en la escuela pública, y que también ha puesto en marcha este curso una campaña para acabar con el excesivo peso que soportan los alumnos en sus espaldas a causa de las mochilas.
Más del 80 % de los colegios públicos cuentan con "líneas frías" de comida, es decir, una empresa de cáterin lleva las comidas algunos días a la semana, lo que provoca que los alimentos lleguen al alumno días después de cocinarse, aunque se recalienten después en los colegios. "El espacio de la cocina está desapareciendo de los colegios", ha lamentado la secretaria de la Ceapa, María Capellán, que ha explicado que solo una media docena de empresas de cáterin de toda España son las que sirven la comida a los centros escolares, por lo que puede darse que una compañía de Málaga sirva a colegios de Valladolid.
La presidenta de la Ceapa, Leticia Cardenal, ha criticado también la disparidad de precio medio que existe respecto a los comedores escolares, oscilando entre los 3,50 euros por día de Asturias y Canarias y los 6,50 euros por día en Baleares. "Es inadmisible cómo se alimenta a nuestros hijos en algunos centros", ha denunciado Cardenal, que ha lamentado asimismo que en Educación Secundaria se "pierda el comedor" cuando muchos chavales dependan de esa comida para alimentarse de "manera digna". Ha recordado que "también se educa a la hora de comer" y los alumnos aprenden otras cosas y socializan. Otro tema denunciado por las familias de la escuela pública al principio del curso ha sido el peso que portan a su espalda los menores. Por ello han puesto en marcha, en colaboración con médicos, la campaña #AligeraMiMochila, donde se pone el ejemplo de Hugo, 10 años, estudiante de quinto de Primaria, que carga a su espalda con 7 kilos cuando su peso corporal es de 25 kilos.
La Ceapa ha hecho un "llamamiento a la reflexión" sobre si los libros (sobre los que hay variedad de ayudas, según las comunidades autónomas) son los únicos materiales educativos cuando existe el libro digital, internet, la posibilidad de salir a un museo o a la naturaleza. "Hay infinidad de recursos", ha apuntado Cardenal, que ha explicado que muchas Ampas se encargan de limpiar y arreglar las taquillas escolares para que sus hijos dejen allí los libros. Ha argumentado que el tiempo después de clase es para descansar, jugar y estar con las familias y no para hacer tareas escolares, precisamente "las que engordan las mochilas".
Respecto a los móviles, la Ceapa se ha mostrado en contra de su prohibición y ha apostado por soluciones como que el profesor los recoja y guarde en un cajón al entrar en clase y, sobre todo, por educar en los riesgos que tienen las redes sociales. Han aseverado que este curso es "el día de la marmota" en cuanto a la "incertidumbre política" que se vive y que hace que no se derogue la Lomce, como es el deseo de la Ceapa, y no se defienda una escuela pública de calidad. "La gratuidad real de la educación sigue siendo una asignatura pendiente y se debe acabar con las cantidades intolerables que deben desembolsar muchas familias", ha afirmado Leticia Cardenal, que recuerda que aún en algunos centros públicos se reclama a los padres el pago del rollo higiénico, fotocopias y otros gastos. Por último, la Ceapa ha mostrado su apoyo a la huelga del día 27 convocada por el movimiento Juventud por el Clima.