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La sombra de duda del hombre sin sombra

No hay pasado al que asirse en procesos retorcidamente complejos como el actual. “Los modelos, las normas, las pautas, no nos sirven -sostiene Ortega y Gasset..

Publicado: 22/09/2019 ·
21:52
· Actualizado: 22/09/2019 · 21:52
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Autor

Manuel Expósito

Director general de Gestión de Medios Jiennenses

Expositor

El blog Expositor se centra en la crónica política de la semana en Jaén y provincia

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No hay pasado al que asirse en procesos retorcidamente complejos como el actual. “Los modelos, las normas, las pautas, no nos sirven -sostiene Ortega y Gasset en ‘La rebelión de las masas’-. Tenemos que resolvernos nuestros problemas sin colaboración activa del pasado”. El hombre, solo, en pleno mediodía, sin muertos vivientes a su vera que ya no pueden ayudarle, ha perdido su sombra. La revolución, pues, “no es la sublevación contra el orden preexistente, sino la implantación de un nuevo orden que tergiversa el tradicional”. Era lo que perseguía el ’15-M’ cuando tomó Sol para proclamar, a voz en grito, que la dicotomía revolucionaria tradicional de las izquierdas y las derechas daba paso ahora a la reacción airada de los de abajo contra los de arriba. Hoy, con la izquierda española reprochándose a dentelladas una falta de acuerdo que nos aboca a la repetición electoral del ’10-N’, las derechas no sólo se muestran más tranquilas que nunca, pese a estar en minoría y fragmentadas en tres, sino que se permiten utilizar este fracaso colectivo de la clase política para ahondar en la herida del descrédito de las instituciones, de la antipolítica, metiendo el dedo en la llaga por los 140 millones de euros que malgastaremos en la nueva convocatoria. Alentar el abstencionismo, a sabiendas de que los suyos irán todos a votar aunque sea en parihuelas, es muy propio de las derechas. Adoptar la pose de meras observadoras, sembrando el desencanto en las huestes del adversario como si las únicas responsables del bloqueo fuesen las izquierdas: una conjura de socialdemócratas blandengues (e insomnes ante la posibilidad incierta de una reedición del Frente Popular), podemitas del día después (reinsertados en una horizontalidad clásica que los escora al fondo de la izquierda, a prudencial distancia de ese errejonismo sin estructura territorial que hace manitas debajo de la mesa con el PSOE) y el totum revolutum de un separatismo catalán deforme (del pujolismo del 3 por ciento a la sentencia precondenatoria del procés, inminente desenlace del esperpéntico ‘1-O’) que, compartiendo grosso modo antiespañolismo, no termina de ponerse de acuerdo para consumar el latrocinio.

Menos mal que, por muy mal que vaya la política nacional, siempre nos quedará Jaén para podernos lamentar con mayor propiedad, porque Jaén es una suerte de religión de andar por casa que nos permite permanecer aunque nos hayamos ido. “Soy el que siempre quiere irse y siempre se queda, siempre se queda, se queda hasta la muerte, aunque se vaya, se queda”. Nadie mejor que un jiennense para entender a Pessoa. Como Felipe Sicilia, cuyo último discurso en el pleno del Congreso, alabado por su claque comprovinciana, repartiendo estopa a diestro y siniestro, consolida su papel en la galaxia sanchista de poder, al tiempo que reafirma su liderazgo al frente de la candidatura por Jaén. ¿Ocurrirá lo mismo en el PP, con María Luisa del Moral y Javier Márquez? Génova y San Fernando aconsejarían contar con nombres de mayor tirón. En Cs, Miguel Moreno (afanado en las últimas horas en el órdago al PP de la Junta de la constitución de la plataforma de 15 municipios que reclama el desdoblamiento de la A-306 Torredonjimeno-El Carpio, a partir de su inclusión en el Plan PITMA 2021-2027), es de suponer que seguirá respaldando la continuidad de Marian Adán como cabeza de cartel.

En el consistorio jaenero, entretanto, el intento de reducir la sobredimensión del ‘Capítulo 1’ se topa con la triste realidad de que los que ponen palos en las ruedas están dentro. Los socios de gobierno dirimen todavía una salida consensuada al enredo de Onda Jaén  (el incendio intencionado, el cerco que supuestamente se estrechaba y al que sobrevino un silencio impuesto por la impericia de quien filtraba los avances en la investigación, el compromiso de María Cantos con el personal…). Ante el procedimiento abreviado activado para resolver la concesión del servicio de autobuses urbanos a Castillo, ninguna argucia más efectiva que propiciar una movilización laboral en preferia. ¿Quién dijo miedo? Amagar con recortar plantilla conlleva estos riesgos: la amenaza de que la cosa aún podría empeorar. ¿Imaginan a los trabajadores de la rtv y de los  autobuses urbanos integrados, de pleno derecho, en la plantilla municipal? El PP, que tanto favoreció históricamente el descontrol en ambos chiringuitos, perfeccionará en el pleno del viernes su virtuosismo para ponerse de medio lado. La verificación y actualización de las cantidades pendientes de pago pospone, otra vez, la concreción del convenio entre Junta y Ayuntamiento para la puesta en marcha del sistema tranviario de Jaén. La sombra de duda del hombre sin sombra.  ¿Para cuándo, Maribel, Raquel, la promesa de inmediatez de Juanma y Juan Marín?

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