Ha pedido que el empresario Manuel Muñoz también sea condenado por abuso sexual si no lo es por un delito contra la integridad moral
- La coordinadora de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ha pedido a la Audiencia de Sevilla que el empresario Manuel Muñoz Medina, acusado de un delito de atentado por simular darle un beso, también sea condenado por abuso sexual si no lo es por un delito contra la integridad moral.
Tras el visionado del vídeo de la acción, ocurrida el 20 de diciembre de 2016 en la Cámara de Comercio de Sevilla, el tribunal de la Sección Cuarta ha invocado el artículo 733 del Código Penal y ha planteado a las acusaciones la sustitución del delito contra la integridad moral por el de abuso sexual, y el abogado de Rodríguez, tras consultarlo con ella, ha asumido esa opción.
La portavoz de Adelante Andalucía ha solicitado 1 año de prisión y una multa de 18 meses a razón de 30 euros diarios para el exvocal de la Cámara de Comercio por abuso sexual.
Por el delito contra la integridad moral, la diputada andaluza ha aumentado la petición de pena de 6 a 9 meses de cárcel, mientras que por el delito de atentado ha mantenido su solicitud de 1 año de reclusión.
De este modo, la parlamentaria reclama un máximo de dos años si la condena es por atentado y abuso sexual y un mínimo de 1 año y 9 meses si es por atentado y contra la integridad moral, por lo que Muñoz no entraría en la cárcel en ningún caso.
La fiscal, por su parte, ha mantenido su calificación original tras ver el vídeo porque, según ha explicado en sus conclusiones, no aprecia "ánimo libidinoso" en la acción.
Durante el juicio, celebrado este jueves, Rodríguez ha asegurado que se sintió "como un objeto", mientras que el acusado se ha defendido diciendo que fue "una broma de mal gusto", que no tocó ni rozó a Rodríguez y que saluda así "en muchísimas ocasiones".
Rodríguez ha asegurado que el entonces vocal de la Cámara la "asaltó" y la "arrinconó" a la salida del despacho del presidente de la institución y que sintió "miedo" porque estaba "sola con tres señores voluminosos que consienten lo que está ocurriendo".
"Él pensaría que era una broma, pero a mí me pareció una agresión en toda regla. Me sentí un objeto entre esos señores ", ha afirmado.
El empresario, que dimitió de su cargo a los dos días del incidente, ha indicado que "nunca" empujó a la diputada y que no le puso la mano en la boca, sino "a distancia".
"No me parece correcto poner la mano en la boca a ninguna señora", ha proseguido Muñoz, quien ha contado que Rodríguez no tuvo "ninguna reacción" y que él la vio "normalísima en todos los sentidos", hasta el punto de que le entregó su tarjeta.
"La cogí para saber quién me había agredido", ha aclarado después Rodríguez.
El exvocal de la Cámara también ha recalcado que "en muchísimas ocasiones" ha hecho "lo mismo con otras personas, afortunadamente sin problemas", y ha matizado que su intención "jamás fue molestar a esta señora".
En su informe final, la acusación particular ha considerado que Muñoz actuó de un modo "premeditado" contra Rodríguez "por ser mujer" y ha calificado su conducta de "claramente sexual".
La defensa ha pedido la absolución del empresario o, en su defecto, que se estimen la eximente de afectación por consumo de bebidas alcohólicas y las atenuantes de disminución de facultades y reparación del daño por sus disculpas públicas.
El abogado de Muñoz ha lamentado que su cliente "ya está condenado socialmente" y ha criticado que Rodríguez "utiliza la Justicia para fines políticos" al presentar una denuncia "de claro carácter sexista" porque "el feminismo está de moda y consigue votos", de ahí que haya instado al tribunal a que "no dicte una sentencia ejemplarizante ni afín a tendencias sociales".