No hemos cambiado mucho desde el patio del colegio, solo que hoy buscamos pandillas distintas, más lejanas, pero la base es la misma. No defendemos nuestros propios argumentos por lo que son, sino por la gente que podemos reunir alrededor, para lo que quitamos algunas frases y ponemos otras a modo de guiño; hemos tenido excelentes maestros: los periodistas y los políticos.
Hemos tenido excelentes culpables.
Insensatos carroñeros y matones que insertan palabras clave en sus respuestas para llamar la atención de los matones que siempre están al acecho de una nariz sangrando, de un tipo humillado en el suelo, de unas gafas rotas. Insensatos periodistas y políticos que usan con una frivolidad asquerosa la desgracia ajena para crear analogías que no superan las más elementales normas de la lógica filosófica; quizá por eso quieren cargarse la asignatura. Bolivariano, facha, proetarra, mételos en tu casa, feminazi, traidor, separatista, anticonstitucionalista. No superáis un interrogatorio por derecho ni la mitad de vosotros, por eso os encantan los debates a tiempo medido y los moderadores de la casa. Se supone que sois ejemplo de comportamiento de ética de la comunicación, pero transmitís contravalores. Transmitís ignorancia, intolerancia, estupidez. No sois ejemplo de nada bueno. Arrinconáis a la gente que piensa, arrinconáis a la gente que matiza. Luego decís que la sociedad está polarizada, nos ha jodido mayo y todas sus alergias, la polarizáis vosotros, pandilla de bandoleros de pantalla chica y noticia sesgada.
Hastiáis a la gente notable, la lanzáis a los leones, igualáis por lo bajo ya que estáis muy abajo, ya que habéis sido seleccionados en vuestros respectivos entornos por vuestra capacidad para manejaros sobre la panza. Tenemos una sociedad huérfana de referentes intelectuales por el simple hecho de que cuando un referente intelectual se sale de una lista de diez propósitos, se ejerce sobre esa persona el más deleznable acoso, sin pensar, sin dar un pasito atrás o al menos pararse a pensar un poco. Porque queréis una sociedad que no se pare a pensar, que siga a sus líderes al trote mientras se les van cayendo las botas, destrozadas en el árido asfalto de la estupidez.
Os doy por perdidos, pero a la sociedad, a todos los que no sois vosotros, a los que reciben vuestros mensajes simplistas e irresponsables, le pediría un poco de responsabilidad, un dos más dos son cuatro, memoria, conciencia de la importancia de las cosas. Nos encanta cortar los nudos que no pueden deshacerse, pero eso no es inteligencia, eso son prisas. Alejandro Magno no cortó aquel nudo difícil de deshacer porque fuese más listo que los demás, sino porque tenía una espada con la que, todo hay que decirlo, cercenó muchas cabezas.
Vuestra vida está llena de matices y excepciones, de treguas y negociaciones, no es simple, no dejéis que os la simplifiquen, no dejéis que os hagan buylling por pensar. Imaginad que tenéis una queja en el trabajo y la patronal os intentase echar encima a todos los compañeros por plantear esa queja. No es justo, ¿verdad? Pues no lo hagáis en vuestra vida y en vuestras redes. Pensad un poco más, hablad, tolerad y manteneos unidos, el 99%, porque os quieren desunidos y con las gafas rotas.
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