Andalucía

Los cambios llegan al PSOE-A a los ocho meses de su debacle electoral

Susana Díaz da un primer paso trasladando este lunes a la Comisión Ejecutiva Regional el relevo de Mario Jiménez como portavoz en el Parlamento

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  • José Fiscal, Susana Díaz y Mario Jiménez, durante el pleno que aprobó el presupuesto andaluz. -
  • Jiménez es la primera víctima interna en caer desde el desastre electoral del 2D
  • El testigo lo recogerá el exconsejero de Medio Ambiente José Fiscal
  • La dirección andaluza abre sus puertas a miembros del sanchismo

Es como esos enormes petroleros, que cuando necesitan hacer una maniobra hay que acometerla con horas de antelación para que su gran mole responda a tiempo. O simplemente hacía falta un periodo de duelo, de aceptación de la realidad. Sea lo que sea, el PSOE andaluz va a acometer los primeros cambios de peso en su estructura y lo va a hacer casi ocho meses después del desastre del 2D, de aquellas elecciones que ganó pero que supusieron el adiós a la Junta de Andalucía tras 37 años en el poder. Y la primera víctima tiene nombre y apellidos: Mario Jiménez Díaz, a la sazón portavoz parlamentario socialista y hasta hace nada persona de la máxima confianza de la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz.

Que Mario Jiménez sea el primero en caer dentro del partido desde ese 2D no deja de ser una ironía. Primero, porque pasada la pugna inicial con Susana Díaz para sustituir a José Antonio Griñán en la Presidencia en 2013, se convirtió en uno de los más fieles ejecutores de la política del PSOE-A, ocupando desde ese mismo año la portavocía en el Parlamento. Ahí ha ejercido durante seis años de poli malo, de dóberman, incluso fue el portavoz de la gestora que se constituyó en 2016 durante la defenestración de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Segundo, porque siempre se ha dicho de Jiménez que era de los que más claro le hablaba a Díaz y, desde hace tiempo, no habría compartido su estrategia de confrontación con la dirección federal en Ferraz.

Sentados juntos en la bancada de la oposición en el Parlamento, la relación personal llevaría meses deteriorada, hasta el punto de que casi no existe comunicación. Así, cuando la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE andaluz acuerde este lunes su relevo como portavoz, algunos lo venderán como un gesto de conciliación con el sanchismo, pero otros ya se están encargando de pregonar que obedece a una crisis interna, a la inevitable convulsión que tenía que producirse en un partido que ha perdido el poder tras tantísimos años.

Porque en lo que hay coincidencia es en que la decisión no vendría impuesta por Ferraz sino que sería de la propia Susana Díaz, que firmó en mayo una tregua con Pedro Sánchez que se tradujo en un cese deAceptar hostilidades al menos durante dos años, hasta que toque congreso y elegir a quién presenta el PSOE para optar a la Junta. Con Madrid sí se habría consensuado la entrada en la Ejecutiva regional del sanchista cordobés Joaquín Dobládez.

A Mario Jiménez, que en su momento declinó ser consejero en el Gobierno de Díaz, se le ofreció ser senador en sustitución del fallecido José Muñoz. Su negativa (prefiere ser parlamentario raso) ha llevado a que el puesto lo ocupe el exviceconsejero de Presidencia Fernando López Gil, que estaba a punto de ocupar un cargo en la Diputación de Cádiz.

El turno de José Fiscal

Este cambio a las puertas de agosto se justifica en la finalización del periodo de sesiones, para que en septiembre se estrene su sustituto, que con toda probabilidad será el exconsejero de Medio Ambiente José Fiscal. Habrá también diputados en el grupo parlamentario que cambien de función, una sacudida del árbol con la que se pretende mejorar una labor de oposición que hasta la fecha no ha sido especialmente brillante. Así que, tras seis meses del tan publicitado Gobierno del cambio, el cambio llama ahora a las puertas del PSOE.

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