Estaba la Comisión de Educación del Parlamento enfrascada en un debate sobre las oposiciones al cuerpo de maestros, cuando el consejero del ramo, Javier Imbroda (Cs), se descolgó con la propuesta:
quiere implantar un sistema como el MIR de los médicos en prácticas para los docentes, que de esta manera accederían a un puesto de trabajo. Y no es una mera ocurrencia lanzada al aire, porque precisamente este martes tuvo una reunión con los rectores de las universidades andaluzas en la que se dio un primer paso en este sentido.
La idea es un MIR educativo de dos o tres años como colofón a tres años de estudios. Durante este periodo de formación en prácticas, los aspirantes a docentes irían rotando por diferentes centros educativos lo que, a su vez, les permitiría ir especializándose. No todos valen, señaló, para dar clases en zonas desfavorecidas, de educación especial, ser directores o impartir bachillerato internacional.
La propuesta está en estado embrionario, pero se abordará en las mesas de trabajo que se pondrán en marcha en septiembre con las universidades. Ambas partes coinciden en que
hay que mejorar el sistema de acceso a la docencia porque el actual sistema, el Máster Universitario en Profesorado (MAES), no está dando buenos resultados.
Con este cambio de modelo lo que se buscaría es
garantizar que “acceden los mejores”, y es que para Imbroda un examen “no habilita” para tener competencias para dar clases. El MIR, por cierto, daría luego acceso directo a un puesto de trabajo.
Una propuesta con solera
La idea de un MIR educativo no es nueva, y de hecho
la mayoría de partidos la ha puesto sobre la mesa en algún momento. El año pasado, con Mariano Rajoy todavía como presidente, PP y Cs pugnaron por la paternidad de la idea, y la formación naranja hasta presentó una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados que no prosperó. El PSOE federal e IU también lo han llevado más de una vez en su programa electoral.
Por cierto, que en relación con las oposiciones, Imbroda pidió disculpas por el error que obligó a repetir un examen y anunció que ahora serán dos asesores, y no uno, los que diseñen las pruebas.