La mayor parte de los más de 1.500 centros de salud que hay en Andalucía cerrará por las tardes en verano, especialmente en las zonas de interior. La situación es la misma de todos los estíos, aunque esta vez hay una diferencia sustancial: el Plan de Vacaciones lo diseña la Consejería de Salud y Familias, que está en manos del PP, el mismo partido que se ha pasado los últimos años criticando esta práctica porque, a su juicio, deja sin servicio a miles de andaluces.
Pese a esta oposición frontal, el sistema puesto en marcha obligará a cerrar por las tardes por falta de personal muchos de estos centros, aunque la cifra concreta aún se desconoce porque va a depender de cada caso particular. Y es que, al margen de las contrataciones previstas, se va a retomar el sistema de incentivos para animar al personal sanitario (principalmente médicos) a que de manera voluntaria alargue su jornada por la tarde, a razón de 142,6 euros por cada cuatro horas de asistencia y con un máximo de 2.000 euros mensuales, lo que en la práctica supone que no podrán hacer más de 56 horas extra.
La gestión del plan se ha delegado en cada centro de salud, de tal manera que la apertura o no dependerá de si hay voluntarios para trabajar por las tardes. En el verano de 2018 sólo atendieron en horario vespertino 238 de los centros ubicados en zonas de interior, un dispositivo que se completó con 220 puntos de urgencias en primaria y 131 equipos móviles de urgencias.
Contrataciones
Para este verano están previstas más de 18.100 contrataciones, de las que 1.500 son para médicos. El problema radica en que la Consejería de Salud tiene muchos problemas para reclutar a facultativos de Medicina de Familia y Pediatría para estos meses porque, básicamente, no hay suficientes en las bolsas de contratación.
Tal y como se apunta desde el Sindicato Médico Andaluz, “al final la situación es muy parecida a la del verano pasado, esto es un brindis al sol: dicen que están dispuestos a contratar a 400 profesionales, pero que no pueden porque en la bolsa hay 90”. Un análisis que se comparte desde el CSIF, que incide en que “no hay médicos para cubrir las sustituciones” y en que el cierre por las tardes de los centros de salud “provoca sobrecargas en los servicios de urgencias en algunas zonas”.
Desde Salud, por su parte, se pone el acento sobre todo en que este año no se producirán “los anteriores masivos cierres de camas” en los hospitales. De hecho, se prevé incrementar la actividad quirúrgica hasta un 50% cada mes, algo imprescindible si se tiene en cuenta que la consejería está embarcada en un plan de choque para la reducción de las listas de espera que no puede detenerse en verano para lograr su objetivo.
Baile de cifras
De cara al verano, el Plan de Vacaciones prevé la contratación de más de 18.100 profesionales para, según Salud, “garantizar la asistencia sanitaria” en este periodo. El dispositivo, que ha sido rubricado por unanimidad por los sindicatos, presenta no obstante algunas contradicciones en las cifras.
La consejería señala que los 18.100 contratos suponen un 14% más con respecto a los 15.890 que se hicieron el verano pasado. Pero la cuestión es que, según los datos del propio Servicio Andaluz de Salud (SAS), en 2018 se contrató a 17.900 profesionales, lo que en su momento se vendió como un “récord histórico” por una administración gestionada entonces por el PSOE.
Teniendo en cuenta esta cifra, el crecimiento real entre ambos veranos no sería del 14% sino que se reduciría sustancialmente hasta el 1,1%. En 2018 Salud destinó a este fin 111 millones de euros (este año todavía no ha hecho público el dato), lo que supuso un 3% más con respecto a 2017.
Las cifras se enredan aún más con la interpretación que hace el PSOE, que contrarresta las 18.100 contrataciones que anuncia el SAS con las 18.319 que, según sus cuentas, se hicieron al final en 2018, lo que supondría 419 más de las que estaban previstas.
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