Nadie dijo que sería fácil. Ni edificante. El PSOE local de Jaén, pese a ganar las elecciones, se veía ya en la oposición, por culpa de un pacto a la diestra que habría dado la alcaldía al principal perdedor del 26M, el PP de
Cuqui, con la anuencia de Cs y Vox: 8 + 4 + 2. 14, raspados. Entre los 4 naranjas, permanecería, en cualquier caso, silente, noqueado, el segundo de
La Cantos,
Francisco Díaz, fenómeno mediático fulgurante al viralizarse un
whatsapp suyo de principios semana, en un grupo de seguidores de Cs, donde se ‘decantaba’ a las bravas por un alianza derechista. El PSOE, con “11 concejales y la maquinaria –en referencia al músculo institucional del
reyismo-“, sería un socio más puñetero, más hábil a la hora de ensombrecer la gestión de una panda de novatos, colegía
Díaz. El segundo de
Cantos, procaz y cuartelero, al arengar a sus correligionarios, daba una cuestionable lección de ética regeneracionista: “Compañeros, no vamos a renunciar a nada. ¿Quién da más?”.
Déjà vu de aquella grabación en la que un tal
Rafael Muñoz, 4 años antes, aspirante frustrado a corporativo, atribuía a no sé quién cercano a
Salud Anguita, entonces alcaldable de Cs, el consejo de “que si yo entraba de concejal, tenía que dejarme llevar por sus directrices; y que íbamos a robar”. Como si la experiencia de aquel grupo de 3 concejales electos en 2015, que se hizo trizas en la búsqueda individual de prerrogativas por parte del gobierno municipal en minoría de
Fernández de Moya, primero, y
Javier Márquez, después, no hubiera sido suficiente, la nueva hornada del partido de
Albert Rivera amenazaba con liarla aún más parda. La cúpula naranja en Jaén sabe que el futuro de
Díaz funde a negro. ¿Imaginan que ese pacto hipotético con PP y Vox hubiera dependido de un
Paco Díaz más fuera que dentro? Todo el acuerdo a expensas de voto tan interesado. El ‘5’ de Cs,
Bruno García, sempiterno gerente de Comercio Jaén, ya sea de concejal o de personal de confianza, principiará la catarsis
despeatonalizadora del centro.
La negociación de la tarde del viernes,
in extremis, en la sede de Cs del Gran Eje, con la presencia del alcalde en funciones y de su segundo de estreno,
Javier Carazo, se topó de bruces con la petición expresa de los naranjas de que
Cuqui no fuera el candidato. Un escenario idílico para las derechas jaeneras, con
Reyes Chamorro y
María Cantos, repartiéndose el mandato en la silla eléctrica de alcaldía, ante la comprensión compensatoria, en términos urbanísticos, de los 2 concejales Vox de
Salud Anguita. Eso, al menos, a esa hora, escupían los mentideros. A Cs Jaén, así, siempre le quedaría la bala de condicionar en positivo la investidura del socialista
Julio Millán, cabeza de la lista más votada. Un acuerdo programático de urgencia que permitiera al aspirante más legitimado en las urnas hacerse con el bastón de mando con el respaldo, por activa, 11 + 4, de Cs. La alcaldía lo resume todo.
María se ponía medio de lado, de canto, ante las prevenciones del que negociaba enfrente. ¿Quién puede fiarse de un grupo que mantiene todavía en su disciplina a un personaje ahogado en el escándalo de su propio vómito? Al pacto PSOE-Cs, en todo caso, incluso con Paco Díaz fuera, le salen las cuentas. Ahora, garantizando a
Julio Millán los 4 años de alcaldía,
Cantos concretará áreas de influencia directa (Empleo, Comercio, Participación Ciudadana…). Un pacto a dos, envuelto en la polvareda de una semana truculenta de interregno. El PP, desde luego, parece obligado a reinventarse, con la complicidad de
San Clemente y
San Fernando,
Reyes Chamorro –otra suerte de
reyismo-, lideraría la travesía del desierto; por más que
Cuqui declare su intención de aguantar 4 años, le aguarda la paz del Senado; y al bueno de
Carazo, su despacho.
Pero no crean que todo resulta tan previsible cuando la politiquería se hunde en el fango de las miserias humanas y del cambio de cromos. Granada-Córdoba-Jaén. Jaén-Linares-Alcalá. Linares. La alcaldía acaba en manos del ‘1’ de la tercera fuerza, Cs,
Raúl Caro, el gerente-factótum de la Cámara de Comercio, apoyado por un PP de
Ángeles Isac , con los mismos concejales, 5, y 37 votos más, aunque más miedo al juicio inmisericorde de los suyos, caso de quedarse sin nada, además del complemento de CILU. Una entente, bendecida incluso por los 2 concejales del ex alcalde
Juan Fernández, que envía al purgatorio al grupo más numeroso, el PSOE de
Dani Campos.
Raúl Caro y
Bruno García, en adelante, esculpirán el modelo naranja de discriminación positiva del comercio tradicional. El recurso en el TSJA del PP en Peal retrasará la constitución de la Diputación al 18 de julio. 16-10-1. La autenticación electoral del
reyismo prolonga la héjira de
Paco, cuatro años más, como mínimo, alejando del horizonte cualquier cábala sucesoria.