Tres días para el Pleno de Investidura y, por hablar de otra cosa, no dejaré pasar de largo un curioso episodio jahenciano que después enterraremos por su añejez. Miren, hay axiomas que una no debe olvidar; eso de que “se es dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras”, a veces, deberíamos llevarlo bien tatuado.
Parece que solo son los políticos quienes deben ser amonestados, cuando hacen el ridículo con algo de lo que dicen en pleno “subidón”; (a los de los partidos políticos me refiero, aunque todas sabemos que política, y listos, y navajazos, y aprovechados, los hay en muchos más escenarios). Y sí, hay más gente que debería aplicarse el cuento. Recuerdo así al responsable de una muy considerada asociación jiennense, que se permitió la irresponsabilidad de lanzar un rocambolesco aviso a modo de amenaza al PSOE por cuenta de aquellos a quienes representa. "Los cofrades votan", profirió en voz alta y nítida, para a continuación dejar meridianamente claro que su preferencia para el voto de "sus" cofrades, iba al PP y similares. Ya ven, no sólo los políticos cometen errores de bulto cuando les ponen un micro delante.
Su frívola recomendación no sólo cayó en el lógico "saco roto" -los y las jiennenses somos adultos, seamos o no cofrades, o miembros de un colectivo, como para que quieran intervenir nuestro voto-, sino que además, su partido sugerido dejó sin una importante subvención a su asociación, por eso de la incapacidad de los mismos que quería "hinchar" de votos cofrades. Paradojas de la vida. Ni un arrepentimiento por aquello que se llegó a decir, ni una reflexión que debería venir de la mano de la prudencia, la templanza, y algunas virtudes más.
Ahora, la respuesta dada por este líder es "seguro que el que venga me lo arregla", aunque en su momento, "el que venga" fue tirado por los suelos en unas declaraciones que nunca debieron ser.
Lo mejor de esta ciudad es la mayor parte de sus gentes, cofrades, si, muchos de ellos. Que no se utilice más su nombre en vano. O lo que es lo mismo, zapatero, a tus zapatos, que tal vez necesiten algún arreglo. Por cierto: todas las subvenciones públicas se justifican, todas, con documentos oficiales de pago: facturas, nóminas… Eso de "no es exactamente una subvención", debería hacérselo mirar. Lo de las subvenciones a fondo perdido, como debe de ser, pasó hace ya bastante tiempo a la historia.
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