El arranque de la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este martes no pudo ser más significativa. Sin mediar pregunta alguna, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), se embarcó en un prolongado análisis de lo bien que le va a Andalucía (sobre todo en lo económico) desde que gobiernan PP y Cs, y le vino a decir a Vox que va a ser el responsable de ralentizar esta velocidad de crucero si mantiene su enmienda a la totalidad al presupuesto, que se vota la tarde de este miércoles.
La formación ultraconservadora mantiene en principio su veto a las cuentas, con lo que la incertidumbre se va a prolongar hasta el último minuto. Bendodo puso toda la carne en el asador, y fue mucho más allá de lo que vendría a ser un guiño: si no se abrazó a un diputado de Vox, es porque no había ninguno por allí a mano.
Todo fueron muestras de cariño a la formación que lidera Santiago Abascal. El consejero de Presidencia garantizó que el acuerdo que suscribieron se va a cumplir a rajatabla durante la legislatura, que Vox es un pilar básico del cambio en Andalucía y que hay reuniones “al más alto nivel”, además de no cerrar la puerta a que Cs se siente con ellos (“no sería la primera vez y no sería una novedad”)... Todo ello lo adobó el Consejo de Gobierno con un plan de choque de apoyo a las familias numerosas en otro claro mensaje dirigido al partido verde.
¿Servirá todo esto para que retire su enmienda a la totalidad? Está por ver, aunque Bendodo confía en un acuerdo a ultimísima hora y la impresión que se transmite desde el PP es que este río se va a cruzar, con todas las fatigas del mundo pero se cruzará.
Inestabilidad
“El Gobierno tiene que seguir funcionando, y ese es el verdadero riesgo de la no aprobación del presupuesto”, porque se transmitiría un mensaje de inestabilidad, incertidumbre y desconfianza. Vox tiene que decidir en estas horas si aguanta no ya esta presión, sino la de cargar con la imagen de que gripa el motor del cambio y, sobre todo, que gracias a su apoyo PSOE y Adelante Andalucía se apuntan una victoria. El propio consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP), admitía en otro acto el “enorme problema” que causaría la devolución de los presupuestos, empezando por la pérdida de inversiones y del aumento de gasto social.
La incógnita se despejará como muy tarde a partir de las 16 horas, cuando arranca el pleno en el que se ven las enmiendas a la totalidad de PSOE y Adelante. Si Vox al final también mantiene la suya, y dado que se votan de manera conjunta, las cuentas se le devolverán al Gobierno; si llega a un acuerdo y levanta el veto, seguirán su tramitación para aprobarse definitivamente en un mes.
Mientras, persiste la impresión de que Cs ve los toros desde la barrera, por mucho que Bendodo diga que ambos socios “reman con la misma intensidad”. Y PSOE y Adelante insisten en que todo es teatro, que al final habrá arreglo. Ahora veremos si PP y Cs pasan “por el aro” y siguen “atados de pies y manos a la extrema derecha de Vox”, apuntaba la secretaria general del PSOE, Susana Díaz. Por su parte, Adelante expresaba por medio de su diputado Guzmán Ahumada su temor a que la autonomía andaluza “acabe en el despacho de Abascal”. La respuesta, en pocas horas.
La patronal pide apoyos
En paralelo, el presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara, pedía a los partidos que apoyen el proyecto de Presupuestos del Gobierno de PP y Cs de este año para favorecer la “estabilidad” de la comunidad autónoma, tras un periodo electoral de cinco años “exhaustivo y agotador”. González de Lara, quien presidió una reunión de la dirección de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) con el consejero de Hacienda, Juan Bravo, afirmó que no prevé la devolución de estas cuentas en el Parlamento andaluz.
“No lo contemplo; no debe de ocurrir, porque estoy totalmente convencido de que la responsabilidad de las distintas fuerzas políticas les va a llevar a anteponer el interés general al particular”, apostilló un González de Lara que reclamó “estabilidad”.
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