Una vez escribió Juan Carlos Aragón sobre las madres: […]El que dice sin pensar/el que dice sin pensar/que nadie es imprescindible/o nunca tuvo mamá/o nunca tuvo mamá/o es que no sabe lo que dice./Por más que la vida/y los sueños pasen/la mujer se va haciendo un /gigante/desde que el vientre se le abre./Mira si será grande/y divino su amor/que para hacerse hombre/hasta el mismo Dios/necesitó del amor de una madre[…].
A día de hoy, el euro y el cargo suelen estar por encima en la escala de valores para algunos, por lo menos es lo que dan que pensar con determinadas acciones e informaciones.
El actual alcalde, siendo un tipo con capacidad de escribir y tener una acentuada verborrea que le permite hasta pedir a su superior en el trabajo que tiene en Andalucía Emprende –la administración paralela creada por el PSOE- que le pague por no trabajar mientras hacía campaña sucia-electoral de 2015, describió en un post de Facebook la vergonzosa aparición de su número dos en la candidatura del PSOE como: Intervención de Ana María Arias, en 7TV, cien por cien capullo. Y nada más.
Tras la edil responsable de la Edusi y protagonista del ridículo del debate aparece el hijo de la misma, que además ha sido concejal en las dos últimas legislaturas. Compañero socialista e hijo.
El cariño y el vínculo, el euro y el cargo. Por descontado, el euro y el cargo, ¿dónde queda la dignidad? La dignidad queda por debajo de la cobardía de un alcalde incapaz de asistir a debatir.
Incapaz de ponerse delante de quien “acuchilló”, difamó y calumnió por la espalda en aquella última etapa de la legislatura de 2015. Ahora lo tiene delante y se esconde tras una señora que no tiene ni idea, pero que tiene un hijo. Un hijo cobarde que no es capaz de evitar que su madre haga el ridículo defendiendo la incapacidad de gestión de seis del PSOE, seis, y exponiéndose mientras el machito aguarda en casa subiendo fotos de su bebé en plena campaña para evitar que nadie le reproche su nefasto paso por la alcaldía.
Un alcalde que además de usarla de escudo se ríe en un post mostrando la poca importancia que tiene que el gran desconocimiento de la gestión de alguien que ha formado parte del gobierno, el ridículo mostrado de una forma tan espantosa teniendo responsabilidades de gobierno y gestionando parte de los 100 millones de euros que tiene el Ayuntamiento de El Puerto.
Ayer acabó la legislatura, una legislatura para olvidar. Atrás queda el desgobierno y la mala gestión. Atrás quedan las dimisiones, una oposición nefasta y un alcalde cobarde.
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