El presupuesto de la Junta para 2019 será bueno y bonito. Eso es lo que anunció este lunes el presidente andaluz, Juanma Moreno (PP), que además alardeó de que van a ser las cuentas “más sociales” de la historia de la comunidad, y es que se prevé un incremento de 1.700 millones de euros de los que 1.000 se dedicarán a gasto en políticas social.
Sobre el papel, y a falta de conocer los detalles, la Junta presume de que ha conseguido la cuadratura del círculo: con menos recursos (está en marcha una rebaja fiscal que reducirá los ingresos) el presupuesto crece un 5% hasta situarse en 36.465 millones de euros, y además casi todo lo que se incrementa es para gasto social. De esta manera, PP y Cs también le dan una bofetada sin manos al PSOE, que siempre hizo bandera de que sus cuentas eran las más sociales de España.
El anuncio lo hacía Moreno en el Foro ABC, donde desgranaba un discurso que en parte chirriaba con el que venía siendo el mensaje oficial. Si hasta la fecha el propio consejero de Hacienda, Juan Bravo, afirmaba que el presupuesto “no va a ser bonito pero sí creíble”, garantizando que todo lo que se programase se iba a gastar pero preparando el terreno para unos números a la baja, ahora se produce un giro radical y se ponen sobre la mesa unas cuentas que tendrán 770 millones de euros más en sanidad, 225 millones en educación y 88 millones en dependencia.
Esto llevó a la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, a decir que “miente” o bien Moreno o bien Bravo, porque lo que dice uno es contradictorio con lo que afirma el otro. Esto le dio al PP andaluz la excusa para afirmar que Díaz respira por la herida, y que lo que le duele es que el presupuesto crezca y, a su vez, también los principales capítulos de gasto social.
El vicepresidente andaluz, Juan Marín (Cs), también dejó un par de pildorazos dirigidos a los socialistas. Por un lado, dijo que “se van cubrir muchas deficiencias que se habían observado en los últimos años” y, por otro, que será un presupuesto que no será “ideológico en absoluto”.
Garantía de ejecución
Moreno presumió de que “va a ser una apuesta creíble, solvente y equilibrada” sustentada en tres pilares básicos: “la eficiencia en el gasto, la prioridad en las políticas sociales y el fortalecimiento de la economía para crear empleo”. Y garantizó que será “súper realista y que se ejecutará”, porque con estas cuentas “nos jugamos la credibilidad del cambio” en el Gobierno de la Junta.
¿Y cómo se consigue tener más fondos para gastar cuando hay menos ingresos? Pues buscando dinero “debajo de las piedras y alfombras”. “Ni hemos hecho trampas al solitario ni hemos pintado partidas que luego no se ejecutarán”, aseguró.
Cortejo a Vox
Una vez visto por el Consejo de Gobierno, el presupuesto se remitirá al Parlamento el 31 de mayo, para así cumplir con el compromiso de tenerlo todo listo antes de junio. Y si complicado ha sido cuadrar los números para que al final salgan unas cuentas más lustrosas de lo que se vaticinaba, ahora viene una tarea no menor: convencer a Vox de que las apoye.
La previsión es que la sangre no llegue al río y que a la hora de la verdad respalde el presupuesto, por mucho que haya amagado ya varias veces con no hacerlo para asustar al PP por supuestos incumplimientos del pacto que ambas formaciones suscribieron.
Juanma Moreno no regateó elogios a Vox, a quien definió como “una parte importante” para poder consolidar las políticas de cambio en Andalucía, aunque le advertía de que estamos ante “la prueba del algodón”. Y está convencido de que la superará, que sabrá “estar a la altura” y que no va a “limitar, trocear e hipotecar” el cambio en Andalucía.
“Sería un error que pagaría el conjunto de los andaluces”, apostillaba, mientras que el vicepresidente Juan Marín no descartaba ni el respaldo de Adelante Andalucía, ya que está “convencido de que valorará el esfuerzo que se hace en políticas sociales”.