La tercera campaña electoral que los andaluces afrontan en medio año se ha puesto en marcha con la sensación, avalada de nuevo por el CIS, de que lo ocurrido en las generales del 28A fue el inicio de un ciclo que se va a prolongar. Soplan vientos de izquierda, de tal manera que da la impresión de que las dos semanas que tiene el PP por delante son básicamente para minimizar daños y evitar un nuevo siniestro total.
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas no se detiene mucho en Andalucía, pero el panorama general que dibuja es que el PSOE consolida sus resultados del 28A y que el mapa final va camino de teñirse de nuevo de rojo en todos los frentes en los que se combate: municipales, autonómicas y europeas. El panorama que se dibuja para el PP es desolador, con una herida abierta en canal por la que se desangran gobiernos autonómicos y municipales.
La pincelada andaluza en este barómetro la aporta el Ayuntamiento de Sevilla, que lo que hace es confirmar tendencias: PSOE para arriba, PP para abajo, Cs al alza y Adelante Andalucía estabilizada. Vox, por su parte, irrumpe en algunos puntos, pero no a lo grande. De confirmarse este dibujo en Andalucía, el bocado sería especialmente doloroso en las grandes ciudades, hasta la fecha el gran bastión de los populares frente a las zonas rurales. De hecho, si en 2015 el PP se impuso en siete capitales y el PSOE en seis provincias, hoy todo se vuelca hacia la izquierda.
Pese a todo, PP y Cs han arrancado la campaña con la misma fórmula que intentaron aplicar para las generales, sacar pecho con su gestión como socios en la Junta. En esta línea, el presidente, Juanma Moreno, colgaba un vídeo en Twitter en el que tanto él como sus consejeros presumen de todo lo hecho en los primeros cien días de Gobierno, un balance triunfalista como el que ya se hizo a pocos días del 28A pese a que todavía faltaba una semana para que se cumpliese esa simbólica fecha. La iniciativa, si sirvió para algo, sólo le funcionó a Cs, porque al PP no le ayudó gran cosa y además la fórmula andaluza de PP, Cs y Vox suma en pocos sitios frente al bloque de izquierdas.
El PSOE, por su parte, tira de manual, especialmente del capítulo que recomienda no cambiar aquello que funciona. El camino lo marcaba este jueves el parlamentario andaluz Antonio Ramírez de Arellano, que en un acto por el Día de Europa volvía a tocar las teclas que tan buen resultado dieron el 28A: llamamiento a la participación como única manera de frenar los populismos que se nos vienen encima. El reto ahora, y los socialistas lo saben, es que no caiga la movilización ni la sensación de que son los depositarios del voto útil.
Gestión y Feria
Desde Adelante Andalucía su portavoz, Ángela Aguilera, exhibía también como aval la “impecable gestión” que se ha realizado en ayuntamientos en los que gobiernan como Cádiz y Puerto Real. ¿Y Vox? Pues contra pronóstico se estanca (en Sevilla el CIS no le da ni un concejal), así que cambia de estrategia y se lanza a hacer campaña en la calle. Este viernes, de hecho, Francisco Serrano se da un paseo por la Feria de Abril con candidatos de su partido.