Ayer las primeras carreras en ruta le han ido a España algo mejor que las cronos de días anteriores, aunque tampoco para tirar cohetes, ya que no ha conseguido ningún puesto de honor ni siquiera protagonismo sobre el asfalto.
En ninguna de las pruebas, las diferentes selecciones han cumplido objetivos, y eso que ya no eran demasiado ambiciosos.
Las posiciones del vasco Jonathan Castroviejo, decimotercero en la prueba sub-23, y la catalana Ana Belén García, vigésima en féminas, han sido las mejores de la representación española en lo que va de campeonato, pero siempre en la misma línea de los días anteriores: sin nada reseñable.
Eso no impide, sin embargo, destacar la sorprendente actuación de la barcelonesa, mucho más inesperada que la del vizcaíno, que era de las bazas importantes a jugar. Tampoco ha estado mal el de Guecho, que, aunque no se metió en los cortes finales del grupo de favoritos, encabezó en la meta al pelotón más relevante.
Por lo demás, tremendo varapalo pasa Marta Vilajosana, a la que unos percances no la permitieron ni aguantar una vuelta delante; y también gran decepción para un Rafa Valls que partía ilusionado y con ambición. En todo caso, mejor los chicos que las chicas, que, con la excepción de García, acabaron todas retiradas.
Así que tendrán que ser los profesionales, los Valverde, Freire, Samuel y compañía, los que endulcen un debut mundialista más que discreto en esta nueva etapa de la Federación Española, que ya sufrió lo suyo con el cambio de hotel, ciudad y país del equipo elite para proteger a Valverde de posibles problemas en Italia.
Quizás ya solo una medalla mañana, y además de oro, torne en sonrisa los rostros serios que se ven en la expedición española por una actuación, sin duda, peor de la esperada.
Fichaje de sicard
El corredor vascofrancés Romain Sicard dio ayer en Mendrisio una inmensa alegría al Euskaltel Euskadi, equipo con el correrá las próximas temporadas, y Carlos Alberto Betancur otra no menor a Colombia, que habrá vibrado con la espectacular carrera de su equipo, bien rematada por una plata en el sprint que repartió las dos medallas de consolación.
Menos jolgorio hay en la delegación española, que ha vivido otra carrera decepcionante, aunque la decimotercera plaza final del vizcaíno Jonathan Castroviejo, otro cachorro del Euskaltel, ha sido la mejor en los cuatro días que se llevan de competición.
Sicard, como en el pasado Tour del Porvenir, ha dado un recital en las últimas vueltas, desde que a más de dos giros para el final se escapase junto al holandés Michel Kreder, que no aguantó el ritmo del latigazo del de Azparren en la penúltima vuelta y acabó perdido en la clasificación.
Fue en la primera de las dos selectivas subidas del duro circuito suizo en la que el líder de la selección francesa se catapultó a un oro incontestable, soberbio.
En esa misma cuesta rompió las hostilidades del grupo perseguidor en la última vuelta el ruso Egor Silin y llevó en volandas a Betancur hacia una medalla más que merecida para Colombia, que estuvo en todas desde el inicio y terminó con dos corredores entre los diez primeros (octavo fue José Cayetano Sarmiento). Silin recibió con el bronce el premio a su entrega y determinación.
Fe y decisión que no tuvieron los corredores de la selección española para buscar el protagonismo que anunciaron. Ni aparecieron en los momentos de tanteo ni en los decisivos. Sólo aguantó con los mejores Castroviejo, la baza principal, que encabezó en la meta el grupo principal. Antes, cedió rápido, en la novena vuelta, el alicantino Rafa Valls, a priori la otra carta a jugar.
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