Sin Diazepam

A contracorriente y para que quede constancia... yo no voto a VOX

Una mentira, por más veces que se repita, por más personas que la compartan, no deja de serlo. La injusticia no siempre ha sido culpa de unos pocos

Publicado: 26/04/2019 ·
11:54
· Actualizado: 03/05/2019 · 13:11
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  • Eso de los líderes como que no va conmigo. -
Autor

Younes Nachett

Younes Nachett es pobre de nacimiento y casi seguro también pobre a la hora de morir. Sin nacionalidad fija y sin firma oficial

Sin Diazepam

Adicto hasta al azafrán, palabrería sin anestesia, supero el 'mono' sin un mísero diazepam, aunque sueño con ansiolíticos

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  • He contemplado al inglés despreciar al español, al español al marroquí, el marroquí al senegalés…
  • Construyendo muros y cárceles pensando, equivocadamente, que serán para los demás, nunca para sí mismo
  • Ahora un pringado montado a caballo, rodeado de chuflas, con el Mago de Oz otorgándole el cerebro y el corazón, se llevará el gato al agua

El 5 de marzo de 1933 tuvieron lugar unas elecciones parlamentarias en Alemania. El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, es decir, los nazis, con Adolf Hitler al frente, logró más de 17 millones de votos. Años más tarde, más de 3 millones de alemanes habían fallecido junto a otros 60 ó 70 millones de seres humanos en todo el mundo. Pero todo se olvida, la historia es cíclica… un eterno retorno a lo idéntico.

Por mi parte, miro el lado positivo, esta noche será más fácil reconocer a todos aquellos que aunque ocultos, nunca dejaron de estar con nosotros

A España le costó un poco más olvidar, su dictador murió de puro viejo. Hoy, cuando aún sobre sus asesinados crecen rastrojos en las cunetas, hay partidos que se presentan a las Elecciones con generales que han firmado un documento a favor del Generalísimo.

Stephen Kevin, "Steve" Bannon, es un genio. Conoce al ser humano, sabe de sus debilidades y anhelos… y es un jodido oportunista del copón. Este ‘mago de Oz’ está detrás de las campañas de Donald Trump, Jair Messias Bolsonaro, Matteo Salvini, de la campaña del Brexit y de la oleada populista que azota a Europa y a medio mundo. Hace un par de años se convirtió también en asesor en la sombra de un partido llamado VOX.

Este domingo, VOX dejará a muchos con la boca abierta y los ojos desencajados. No soy Rappel, pero mi confianza en el ser humano, en masa, me remite a las hordas, a las turbas, que persiguen la razón, que se apegan a la religión o a un trozo de tela, que gritan al unísono consignas para amebas mientras persiguen, antorcha en mano, al disidente, al silenciado.

Una mentira, por más veces que se repita, por más personas que la compartan, no deja de serlo. La injusticia no siempre ha sido culpa de unos pocos. Con la democracia se acaba, desde dentro y con una buena mayoría. El discurso, mejor cuanto más sencillo aunque detrás habite el vacío.

Aquí se ha votado en masa a partidos corruptos cuyos líderes mentían sin pudor ante las cámaras. Aquí la izquierda se disfrazó de superioridad moral, se olvidó de los pobres y se centró en una clase media alta ahíta de quinoa y con el respaldo de un sueldo fijo de funcionario. La derecha, mientras tanto, se llenó los bolsillos con sobres a base de liberalizar el suelo que piso. Y los socialistas, cuervo ingenuo, comenzaron a hablar con lengua de serpiente… en una mano, la que enseñan, discursos sobre igualdad, y en la otra, la que esconden, saliva de los banqueros, lubricante para sus prácticas onanistas. Y entre medio, un atisbo del presente, Jesús Gil, desde su piscina de mama chichos en biquini, con su grasa especulativa, ganando alcaldías en el sur de España.

Ahora un pringado montado a caballo, rodeado de chuflas, con el Mago de Oz otorgándole el cerebro y el corazón, se llevará el gato al agua o al menos dará su primer gran paso. Con esa extraña, pero siempre exitosa, combinación del miedo, el odio, la rabia, la ira, y entre la ignorancia y el desencanto, las urnas se llenarán de mierda. Sí de mierda, pero es que siempre se llenaron de mierda, embadurnada con Varón Dandy quizás, aunque no dejó de ser nunca mierda. Ahora la mierda rebosará y qué queréis que os diga, no meceremos otra cosa. Por imbéciles, por falta de memoria o porque sencillamente es lo que nos toca.

Se pone uno a escuchar y es descorazonador. Unos dicen que es un nuevo fenómeno, como si sus votantes, los de VOX, hubiesen salido de la nada, como si hubiesen llegado a bordo de una nave espacial… no, siempre estuvieron entre nosotros, como los 17 millones de alemanes que votaron a Hitler no nacieron en el 33. Yo llevo años viéndolos, escuchándolos… unos votaban al PP, otros al PSOE, otros a Podemos o a Ciudadanos o al Partido Andalucista, o a Izquierda Unida… pero estaban entre nosotros, insultando a los catalanes, cagándose en los vascos, escupiendo a los inmigrantes, riéndose de los homosexuales, cubriendo sus miserias con banderas, gritando Gibraltar es español y Ceuta y Melilla también. Soñando felaciones con Franco en mitad de cualquier pantano. Construyendo muros y cárceles pensando, equivocadamente, que serán para los demás, nunca para sí mismo. Obviando el poder de las circunstancias, quemando el jodido legado de Ortega y Gasset. Mirando con desprecio cómo rompía sus cadenas la mujer, bostezando cuando se les habla de lenguaje inclusivo, asqueados también, todo hay que decirlo, al ver a la clase política reírse en sus caras, mentir y robar. Hartos algunos de que todos les vendan la misma moto sin gasolina, de que se centrasen en prohibirles los toros mientras algunos no llegaban a fin de mes y mucho menos para comprarse una entrada para ver en las Ventas una puñetera corrida.

He visto al pobre mofarse del pobre, a la víctima defender a sus verdugos. He padecido el racismo. He escuchado al ignorante regodearse en la estulticia. He contemplado al inglés despreciar al español, al español al marroquí, el marroquí al senegalés… No hay día en el que no me tope, en la calle o en familia, con una profunda falta de empatía.

Estaban entre nosotros, los capullos y los indignados. Y ahora se sienten fuertes porque ya no temen decir que forman parte del nuevo rebaño. Como siempre, y aunque no soy Rappel y sí una puta oveja negra, en unos años, esperemos que no sea demasiado tarde, esperemos que sin que hayan muerto a causa de su pastor, se darán cuenta de que lamentablemente, VOX no tiene (nunca la tuvo, nunca a tendrá) la solución a sus problemas, simplemente los ha querido usar para que unos pocos tengan aún más comida en sus putas mesas. Y si es carne de borrego, mejor que mejor, que diría el lobo ya sin piel.

Así que no se me asusten este domingo. No lloren esa noche de cuchillos largos y cristales rotos. El ser humano, en masa, nunca dejará de decepcionarte. Por mi parte, miro el lado positivo, esta noche será más fácil reconocer a todos aquellos que aunque ocultos, nunca dejaron de estar con nosotros. Me gusta tener una buena radiografía, ponerle cara a la ira, a la rabia y también, por qué no decirlo, o mejor, por qué no gritarlo, a la ignorancia… esa que siempre, pero siempre, desde que tengo uso de razón, gana por mayoría. Y tranquilos, como ocurrió tras 1.933, y aunque sea triste, todo se olvida. Y luego resultará que nadie les votó, porque se avergonzarán. Tiempo al tiempo.

Y como ya no de grima decir que uno vota a VOX, que es el gran triunfo de Steve Bannon, pues paso de guardar silencio y dejo por escrito para que quede constancia, aunque me insulten por ir a contracorriente, este sordo grito: yo no voto a VOX.

PD: Que conste, que cada uno vote lo que le salga del alma. Paso de convencer a nadie, ya tengo suficientes miserias y canas en los huevos como para perder el tiempo en eso. Aquí somos todos borregos... lo único que nos diferencia es que algunos nunca tendremos dueño... me encanta, lo digo de corazón, cuando somos conscientes de las intenciones reales del pastor.

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