La Hermandad de la Yedra podría someter a cabildo en estos próximos meses el abandono de la Madrugada del Viernes Santo. La iniciativa no parte de la junta de gobierno que preside Manuel Hurtado, sino de un nutrido grupo de hermanos de la cofradía que parece dispuesto a iniciar una recogida de firmas con la intención de solicitar la convocatoria de un cabildo general extraordinario en el que se aborde esta cuestión.
El movimiento no es nuevo, pero sí es cierto que ha venido cobrando mayor fuerza en estos últimos años y ahora parece ya dispuesto a empezar a dar pasos en firme para someter el asunto a cabildo. La normativa diocesana de hermandades y cofradías hace constar que la solicitud de este tipo de sesiones extraordinarias debe ser avalada por el 20 por ciento de los hermanos con derecho a voto, según el censo vigente. Además, llegado el caso deberán asistir a ese cabildo todos los firmantes de la petición, no siendo válido el cabildo por ausencia de algunos de los solicitantes, “salvo causa justa a juicio del hermano mayor”. Para la validez de la votación habrá que tenerse en cuenta que, en primera votación, será necesaria la mayoría absoluta, y en segunda, la relativa. En caso de empate dirimirá el voto de calidad del hermano mayor.
Los cofrades que abogan por el abandono de la Madrugada justifican su posición en la ausencia de público en la Carrera Oficial, así como en las carencias que presenta el centro en materia de limpieza, con suciedad acumulada desde la tarde del Jueves Santo. También aluden a otras cuestiones relativas a la seguridad o al poco respeto que se observa en algunos puntos del recorrido de la cofradía.
La Hermandad de la Yedra procesiona en la Madrugada del Viernes Santo desde 1952. Con anterioridad, entre 1932 y 1951, lo había hecho en la tarde del Jueves Santo, que a priori parece el día que contaría con más adeptos en la cofradía de la Plazuela. En todo caso, habrá que ver qué movimientos se suceden en los próximos meses.
A disposición de lo que diga el cabildo
La junta de gobierno de la cofradía se mantiene por ahora al margen de este debate, del que tiene constancia. En el supuesto de que esos cofrades recogieran las firmas necesarias para ello se celebraría ese cabildo y serían los hermanos quienes debieran pronunciarse.
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