Tras el balance de PP y Cs a sus menos de cien días en el gobierno de la Junta llega el turno de la oposición, que como es de imaginar no es precisamente triunfalista. El análisis del PSOE se concentra en seis palabras: “Cien días de llantos y lloros”, con los que han querido “justificar su impotencia” y esconder que no han hecho nada.
Quien pone la voz es la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, que abre un poco más el abanico para añadir que han sido también “cien días de montajes, mentiras y manipulaciones”. Un tiempo, ha subrayado, en el que “sólo han sido capaces de aprobar una medida, que ha sido bajarle los impuestos a los 300 más ricos de Andalucía”.
Díaz ha recordado que los cien días se cumplen la semana que viene, pero que PP y Cs tenían prisas en vender su versión para “hacer propaganda” de cara a las elecciones generales del próximo domingo. Y lo que han hecho, asegura, ha sido vender una “manipulación, porque están presentando cosas que ya hacíamos nosotros pero poniéndoles su sello”.
En el listado de mentiras ha incluido las listas de espera en sanidad (“lo que buscan es privatizar”) y en dependencia, a lo que ha añadido la subida de las guarderías y el olvido de su promesa de crear 600.000 empleos. A esto ha añadido que “están jugando con la imagen de Andalucía en el exterior”, ya que para criticar al PSOE han hecho un dibujo tan desastroso de la comunidad, tan “distorsionado”, que “han puesto en peligro” la marca. “Cuando hablan mal de Andalucía se le hace un flaco favor”, ha apostillado.
En cuanto a la insinuación hecha por el presidente, Juanma Moreno (PP), que han encontrado “muchas actuaciones que podrían rozar alguna situación ilegal” en la gestión socialista de la Junta, Díaz ha señalado que lo que tienen que hacer es “irse a los juzgados corriendo”. Y si no lo hacen, que “dejen de cuestionar la honorabilidad” de los anteriores gestores, “que tan malos no serían cuando muchos han seguido en sus cargos”.
En resumen, que estamos ante un gobierno “débil y frágil”, con un PP que criticaba la anterior coalición de PSOE y Cs y que defendía que los tripartitos generan inestabilidad, “y ahora son tres socios y dos de ellos no se quieren”. “La coherencia no se adquiere, o se tiene o no, no se puede comprar”, reiteraba, al tiempo que insistía en que el PSOE volverá a gobernar Andalucía “y ojalá nos dejen la Junta tan bien como se la hemos dejado a ellos”.